Tras casi cinco años de haber desaparecido, Juan de Dios Núñez Barojas, hijo de María Luisa Núñez Barojas, vocera y fundadora del colectivo “Voz de los Desaparecidos en el estado de Puebla”, fue localizado sin vida, en compañía de los restos de los hermanos Abraham y Vicente Basurto Linares.
“Por la delincuencia y el maldito estado que no funciona, nos arrebataron a nuestros hijos”, fueron las palabras de Núñez tras salir de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde confirmó lo informado momentos antes a través de las redes oficiales del colectivo poblano.
Luisa aseguró que fue gracias a “esta gran familia —el colectivo—“, que pudo encontrar a su hijo. Sin embargo, y, lamentablemente, fue sin vida. Por lo que hizo un llamado a aquellas familias que han perdido a un ser querido y que aún continúan en labores de búsqueda “a no desistir en su lucha hasta lograr saber sobre el paradero de sus desaparecidos”.
Asimismo, hizo un reconocimiento al trabajo realizado por el cuerpo de peritos y el Instituto de Ciencias Forenses por haber coadyuvado en la confirmación de los restos hallados.
Además, aseguró, el proyecto del colectivo no para ahí: “La lucha vale la pena, no nos vamos a cansar. Ya encontramos a Juan de Dios, a Abraham, y a Vicente, pero no para aquí, la @VozdelosDesapa en Puebla llegó para quedarse”.
En el estado de Puebla; Tehuacán, Tepeaca y Atlixco, son de los municipios que concentran el mayor número de personas no localizadas — Tepeaca forma parte del famoso “Triángulo Rojo”, conjunto de municipios con el índice más alto de violencia en el estado poblano—, según datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED).
María Luisa, anteriormente había denunciado que, en la mayoría de los casos, las desapariciones tienen que ver con el crimen organizado en sus diferentes facetas, pues gran número de veces, las personas desaparecidas pasan a ser pieza en los negocios de la trata de personas, explotación sexual y laboral, tráfico de órganos, etc. Además de que muchos de los jóvenes son reclutados de esta manera por el crimen organizado bajo amenazas.
“La gente no desaparece porque sí, la gente no desaparece porque tenga poderes mágicos para desaparecer, todas las desapariciones tienen un objetivo, un fin, y todos los delitos de los que hablamos, para quienes los cometen representan ganancias económicas importantes”, declaró para la revista buzos en 2020.
María Luisa Núñez explicó que, otro de los “negocios”, tiene que ver con el tema del secuestro: “Pese a que los secuestradores piden un rescate y las familias han pagado los rescates, de todas formas, privan de la vida a sus víctimas y los desaparecen para la familia”.
Desde el 2020, el colectivo tenía claro que el gobierno estatal debe indagar de forma profunda en los motivos de causa de la desaparición de personas, además de reconocer que Puebla enfrenta un problema mayor en este rubro.
Tras la confirmación del suceso de este viernes, Núñez, nuevamente, declaró que es necesaria la inversión de tiempo y dinero en distintas áreas de seguridad, de peritos y ciencias forences, etc. “Es necesario que se les dote de mayores recursos y materiales para poder seguir dando resultados en el hallazgo de cuerpos que correspondan a personas reportadas como desaparecidas. Queremos que la Comisión de Búsqueda se ponga a trabajar”, declaró.
“Infinitas gracias a todas las personas que se sumaron a la búsqueda de una u otra manera, con sus oraciones, donaciones para una misa, compartiendo sus boletines de búsqueda, en manifestaciones; ¡Gracias a todos, les hemos encontrado!, ahora oramos porque estén al lado del Padre celestial”, vía redes sociales.
Juan desapareció en uno de los municipios que integran el “Triángulo Rojo” de Puebla el 28 de abril de 2017. De acuerdo con las declaraciones, iba viajando en compañía de amigos, quienes partieron desde Tehuitzo, Palmar de Bravo, hasta Tecamachalco en el EDOMEX.
Lamentablemente, de regreso a casa, se encontraron con un retén que los obligó a desviarse hasta llegar a la región de Cuacnopalan, lugar donde se perdió su rastro, mismo que fue reconocido hasta el 18 de febrero del 2022, sin vida.
