Este lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que una guerra en Ucrania sería “desastrosa” y dijo que ofreció sus buenos oficios para buscar una solución diplomática a las actuales tensiones.
“Estoy profundamente preocupado por el aumento de las tensiones y las especulaciones sobre un posible conflicto militar en Europa. El precio en sufrimiento humano, destrucción y daño a la seguridad europea y global es demasiado alto como para contemplarlo”, aseguró Guterres en declaraciones a los periodistas.
Según el jefe de Naciones Unidas, no se debe “aceptar ni siquiera la posibilidad de un enfrentamiento tan desastroso”.
Por ello, sostuvo que es momento de rebajar tensiones y de ver una desescalada sobre el terreno, así como de evitar las “retóricas incendiarias”.
“Mi mensaje es claro: no hay alternativa a la diplomacia”, insistió Guterres, que hoy habló con los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y de Ucrania, Dmitro Kuleba.
El diplomático se mostró esperanzado por los contactos diplomáticos entre las distintas partes, pero subrayó que es necesario hacer más y que se deben intensificar esos esfuerzos.
En ese sentido, apuntó que ofreció sus buenos oficios y que “no dejará ninguna piedra sin mover en la búsqueda de una solución pacífica”.
“Abandonar la diplomacia por la confrontación no es traspasar una línea, es un salto al vacío”, insistió.
Rusia tiene desplegados unos 100 mil soldados en la frontera con Ucrania y efectúa ejercicios militares en el mar Negro y en Bielorrusia, a pocos kilómetros de Kiev, lo que hace temer a Occidente que pueda estar preparando un próximo ataque contra el país vecino.
Ucrania, sin embargo, no ve señales de una invasión rusa esta misma semana, señaló hoy el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa del país, Oleksiy Danílov.
Mientras, Rusia dijo hoy que aún hay posibilidades para la diplomacia en su pulso con Occidente sobre las garantías de seguridad que exige para evitar el acercamiento de la OTAN a sus fronteras, lo que parece mostrar su disposición a una desescalada en el conflicto.