Angélica Villa Enciso
El gobierno norteamericano basa su política interna y externa en mentiras; primero calumnia, desprestigia, enjuicia y sentencia al oponente (aunque este sea inocente), en los medios masivos de comunicación, para luego destruirlo con el uso de la fuerza y de las armas. De pasada, estos hechos los utiliza para distraer a sus gobernados, sobre problemas trascedentes del país y justificar así su errática política social y económica, con el fin de evitar el rechazo de los estadounidenses.
Eso está sucediendo ahora en el conflicto creado artificialmente en Ucrania por Estados Unidos y la OTAN contra Rusia. Bajo la mentira difundida de que Rusia va invadir a Ucrania, están movilizando las fuerzas militares de la OTAN en Ucrania y en Europa con “apoyo” de los países aliados como Inglaterra, que le presta dinero a Ucrania con el que le compra armas a E.E.U.U. (negocio redondo), para militarizarse con el objetivo de protegerse de una inventada “inminente invasión rusa”.
¿Por qué sucede esto? Estados Unidos pretende obstruir el desarrollo de Rusia, esta última nación le está ganando el mercado de gas en Europa, pues es el proveedor del 41 por ciento del gas que consume Alemania, Francia e Italia; además vende este energético a precio más bajo que el gas estadounidense y de sus aliados, Inglaterra y los países bajos.
Actualmente, los países europeos viven una crisis energética, porque el gas licuado que les vende Estados Unidos, tiene un elevado precio y la producción de energías limpias, en las que habían realizado grandes inversiones, no han generado la suficiente electricidad para satisfacer la demanda de Europa, sobre todo en invierno por las gélidas temperaturas y ante la escasez del energético, el precio se ha elevado a niveles records.
Rusia, en cambio, ya concluyó la construcción del nuevo gasoducto Nord Stream II, proyecto comercial en el que está asociado con Alemania y que, de acelerarse la certificación de funcionamiento por parte de la UE, podría abastecer todo el gas que necesite Europa; este hecho desplazaría evidentemente la influencia económica de los monopolios capitalistas estadounidenses y de la OTAN.
Así que, es urgente para EEUU crear una crisis de seguridad ¡¿“Rusia va a invadir de manera inminente a Ucrania”?!, hay que ayudar a la pobre Ucrania a protegerse, aunque no pertenezca a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para que todos los países europeos que integran esta asociación, no puedan comprar gas a Rusia y por tanto queden obligados a seguir consumiendo el gas licuado que les venden los estadounidenses, aunque este, sea más caro.
Como efecto colateral, a los estadounidenses les ponen como una necesidad prioritaria a atender, la seguridad y la defensa de los intereses de EEUU y sus aliados, por lo que aprobaron para 2022 un exorbitante presupuesto de 760 mil millones de dólares para acciones militares; con lo que incentivan el funcionamiento de la industria armamentista norteamericana, dejando de atender problemas que afectan los niveles de vida de la población, como la inflación, que a finales del 2021 alcanzó el 7 por ciento; los ineficientes servicios de salud, pues durante esta pandemia de covid-19 tienen más de 900 mil muertos; el problema social de migración y otros. Estas situaciones han reducido el nivel de aprobación de Joseph Biden, llegando al 30 por ciento en un momento de cercanía de las elecciones intermedias. Por todo esto, el gobierno estadounidense pretende desviar la atención sobre problemas internos y atender los asuntos “prioritarios”: la guerra creada por ellos contra Rusia.
Ahora bien, el gobierno de Ucrania representado por Volodímir Zelenski, se presta a ser el títere de la OTAN porque Rusia abastece el gas a Europa a través de dos gasoductos, el Nord Strem I que pasa por el mar Báltico y otro que cruza territorio ucraniano, Polaco y de otros países, por lo que, los rusos pagan impuestos por el derecho de tránsito y poner en funcionamiento el nuevo gasoducto implicaría para Ucrania, la pérdida de 3 mil millones de dólares que ya no ingresarían a sus arcas, además de perder las reservas de gas que los acuerdos con Rusia le permiten tener.
Esto explica por qué Ucrania y Polonia se oponen a la certificación de la puesta en marcha del gasoducto Nord Strem II, porque, aunque siga funcionando el gasoducto que pasa por sus territorios, la cantidad de ingresos para ellos será mucho menor por los impuestos que cobren a Rusia por el derecho de paso.
El hecho de que Rusia pueda vender más gas a Europa y a más bajo precio, también significa desplazar la influencia económica del imperio norteamericano en la Unión Europea.
Sin embargo, el Nord Strem II es un proyecto comercial en el que Alemania es socio de Rusia y se opone a bloquear este gasoducto, y Francia ha planteado que se debe privilegiar la diplomacia y las negociaciones porque también depende del gas ruso.
Ucrania se alía con la OTAN y EEUU para presionar a Rusia y obligarla a seguir pagando a Ucrania por el derecho de paso del gas. Por eso, plantean integrarse a la OTAN, eso les permitiría a los imperialistas instalar infraestructura de misiles nucleares de corto y largo alcance, lo que significaría amenazar de manera permanente la seguridad de Rusia, puesto que esos misiles tardarían en llegar a Moscú 5 minutos, por lo que Rusia no tendría oportunidad de defensa.
El gobierno ruso representado por el estadista Vladímir Putin, ha planteado un proyecto de seguridad a la OTAN en el que incluye la propuesta de que Ucrania nunca se integre a la OTAN, como lo señalan los tratados firmados con anterioridad; que distancien los ejercicios militares, la desescalada militar, entiéndase repliegue de fuerzas de la OTAN y de EE.UU; que no se capacite a los países que no cuentan con armas nucleares sobre el uso de estas, entre otras puntos. La propuesta, afirmó Putin, tiene el objetivo de proteger la seguridad de Rusia y de la región no sólo a corto plazo sino también la seguridad histórica.
La pregunta que surge de inmediato es: ¿Habrá guerra? El Ministro de Exteriores de Rusia Serguéi Lavrov, sostuvo en una entrevista con RT (Rusian Today) que, si esto depende de Rusia no habrá guerra, pero tampoco permitirán que se ignoren sus intereses, también ha dicho que Rusia nunca ha atacado a nadie, pero quien le agrede ha recibido su merecido.
El Vicecanciller de Exeriores Serguei Riabkov en una entrevista denunció que la construcción de infraestructura militar nuclear en Ucrania, significaría algo parecido a que Rusia también construya bases militares nucleares en Cuba o Venezuela.
Así como ahora está procediendo EE. UU y la OTAN contra Rusia, así operó en 2003 en Irak, se acusó al gobierno iraquí de poseer armas de destrucción masiva, invadió y destruyó al país, nunca encontraron dicho armamento, pero EE. UU asesinó al líder Sadam Hussein y se apropió de las riquezas petrolíferas de ese país árabe.
Así sucedió en 2011 en Libia, acusaron al gobierno de Muammar Al Gadafi de utilizar aviones de combate para atacar a los opositores al gobierno, (quienes estaban siendo apoyados por EE. UU y la OTAN para desestabilizar el statu quo), aunque el gobierno libio negó en reiteradas ocasiones está acusación, los países integrantes de la OTAN invadieron Libia, asesinaron a Gadafi, destruyeron el país y se apoderaron de los recursos petrolíferos hoy administrados por empresas extranjeras. Actualmente Libia está dividida, existen tres gobiernos y la población se ha empobrecido extremadamente.
En América Latina también han procedido de la misma manera, por ejemplo, recientemente en Bolivia acusaron al partido de Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS) de que había cometido fraude en las elecciones presidenciales y con ese argumento EE. UU apoyo a opositores al gobierno de Evo, dieron golpe de estado y cometieron crímenes de lesa humanidad contra indígenas de Cochabamba y otras regiones bolivianas. Después de año y medio de este golpe de estado, se realizaron otras elecciones triunfando nuevamente el MAS con Luis Arce, quien gobierna actualmente al país.
Bajo el pretexto de que son gobiernos ilegítimos y dictatoriales los gobiernos de Cuba y Venezuela, han padecido un permanente bloqueo económico y asedio militar de EE. UU, para devastar las economías de esos países soberanos.
Con el alto desarrollo técnico de las armas nucleares, una guerra sería un acontecimiento desastroso para el mundo entero, pues pondría en riesgo la existencia de la especie humana. Por lo que, los pueblos del orbe, deben hoy, a la voz de ya, oponerse y condenar decididamente las provocaciones guerreristas del imperio norteamericano y de la OTAN contra Rusia, mañana será demasiado tarde.