Karen Santos
A inicios de la semana pasada salieron a la luz unos datos que dejan mucho en qué pensar; antes de presentárselos, quisiera decir que, si bien no son novedosos, pues es el pan de cada día de miles, si son importantes y es preciso difundirlos, pues concierne a todos. Primero, un análisis de la organización civil México ¿Cómo Vamos? nos ofrece un panorama de cómo el pueblo sufre por el eterno problema de la falta de empleo. Veamos.
Durante todo el 2021 el estado de Puebla tenía proyectado generar 65 mil 500 puestos de trabajo formales, de los cuales solo se logró crear el 32.9 por ciento de ellos, es decir, 21 mil 550. Puebla fue el séptimo estado con el peor desempeño a nivel nacional en el rubro de generación de empleos, tan solo por debajo de Michoacán, Veracruz, Guerrero, Chiapas y Tlaxcala. Todos ellos, claro, morenistas.
Tan solo en diciembre pasado, en el estado se perdieron 4 mil 058 fuentes de trabajo, y, aunque intenten disfrazarlo como un tema de estacionalidad, pues a finales de mes, despiden a todos los trabajadores temporales que fueron requeridos para satisfacer la demanda de la época decembrina, lo cierto es que el tema del empleo sigue siendo un grave problema al que el gobierno no le ha podido dar solución.
Los poblanos necesitan un empleo, pues el hambre y las necesidades apremian. Si el gobierno no les da una fuente de empleo formal y tampoco les da verdaderos apoyos, a los miles de pobres no les dejan más salidas que, o la informalidad, la delincuencia, o morir de hambre. Eso es lo que, en el fondo, hace el gobierno morenista.
Por eso, no es de extrañarnos que más del 70% de empleos en Puebla sean informales. Una nota del portal informativo contigopuebla.mx revela que “solo el 21.7% de la ciudadanía poblana desarrolla un empleo formal y el 78.3% uno informal”. O lo que es lo mismo, en números cerrados, dos de cada 10 poblanos gozan de un empleo formal y los beneficios que este conlleva. La nota también señala: “De acuerdo con el indicador DataCoparmex 2.0 de la Confederación Patronal de la República Mexiana (Coparmex), en 2021 Puebla ocupó el quinto lugar a nivel nacional con mayor cifra de jóvenes de 15 a 29 años de edad en la informalidad laboral, es decir, sin prestaciones y seguridad social”. O sea, gente que no tiene acceso a créditos para adquirir una casa para vivir o que, si se enferma, no tiene un seguro médico si no que debe conformarse, si bien le va, con ir a Similares o con remedios caseros.
Prosigue la nota: “Según los resultados, tal situación es producto de una brecha laboral del 28.9%, esto indica que muchas personas buscaron empleo pero no encontraron las opciones suficientes”. Esta es una realidad, muchas veces los empleos que se ofrecen son casi de muerte, malpagados y extenuantes; demandantes física y psicologicamente y, para muchas personas, incompatibles con muchas otras actividades que tienen. Es decir, hace falta mejores y mayores empleos. La nota toca otro punto, que abona a esto que digo: “Respecto a los índices de salarios suficientes para cubrir líneas de bienestar social, Puebla ocupa la sexta posición con un 45% de empleados en dicha condición, seguido de Tlaxcala, Guerrero, Morelos, CDMX y Edomex”. O sea, los salarios de los empleos formales también son insuficientes, más de la mitad de los trabajadores no pueden vivir decorosamente, tienen carencias, pues.
Recordemos que Puebla cerró el año con el 50.2 por ciento de pobreza laboral; es decir, el 50.2 por ciento de los hogares carecen de recursos para adquirir una canasta básica alimentaria, pese a sumar los ingresos de todos los integrantes. De acuerdo con los resultados del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en Puebla, la pobreza laboral en la entidad poblana se mantiene siete puntos porcentuales por arriba de la que se presentaba antes de la pandemia de la Covid-19 que desencadenó el confinamiento a finales de marzo de 2020, cuando abarcaba a 43 por ciento de la población.
Y aún con estos datos, el Gobierno de Puebla, encabezado por el morenista Miguel Barbosa, resaltó que producto de las acciones implementadas, el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales se redujo 4.3%, apoyado en el Coneval; el mismo organismo, por su parte, refuta al gobernador, pues señala que durante 2020 un total de 10 municipios del estado de Puebla se ubicaron entre las localidades con el mayor número de personas en condiciones de pobreza extrema en México.
Creo que es típico de los morenistas ver las cosas al revés. Seguro para Barbosa, también vamos “requetebién” y estos datos aquí presentados y de sobra difundidos le parezcan poca cosa porque él también tiene ‘otros datos’. Pero el pueblo pobre que sufre todos los días por no tener un empleo digno que le permita alimentar a su familia debe recordarle al gobernador la realidad que se niega a ver; debe, además, exigirle que actue en consecuencia, pues es su deber como mandatario.