China indicó el lunes que su lanzamiento de una nueva nave espacial en agosto fue sólo un ensayo para ver si el vehículo podía reutilizarse.
El lanzamiento llevaba una nave espacial, y no un misil, y fue «muy significativo para reducir el coste de uso de la nave espacial y podía ofrecer una forma conveniente y asequible de hacer un viaje de regreso para el uso pacífico del espacio por parte de la humanidad», según el vocero del Ministerio de Exteriores Zhao Lijian.
El programa espacial chino está dirigido por el Ejército y muy vinculado a sus planes de construir misiles hipersónicos y otra tecnología que podría alterar el equilibrio de poder con Estados Unidos.