El estado de Veracruz desde hace décadas ha estado sumido en delincuencia, pero este año a pesar de que los homicidios dolosos han tenido una baja considerable en otros ámbitos como la prostitución y la extorción han ido al a alza.
Según datos de la fiscalía general del Estado de Veracruz en cuanto a delitos contra la vida y la integridad de enero a junio hay un alza de los 6 feminicidios registrados en enero a 8 en junio.
De 25 casos de hostigamiento sexual en enero, a 43 en junio. De 21 casos de violación simple en enero a 32 en junio.
En cuanto a delitos contra la familia la delincuencia ha tenido también un notable crecimiento ya que de 505 amenazas en enero en junio se registraron 705, de 49 allanamientos de morada en enero, en junio se reportaron 63 casos, delitos cometidos por servidores públicos de 37 en enero a 40 casos reportados en junio.
En cuanto a delitos contra el patrimonio en extorsión hubo un alza de 68 delitos registrados en enero a 79 en junio y es que actualmente los delincuentes no solo los encontramos en la calle también se encuentran trabajando en dependencias gubernamentales.
Tal es el caso de Nallely Guarneros y su esposo Sergio Rueda, inversionistas poblanos que corrieron con la mala suerte de ser parte de la delincuencia de dicho estado, ya que según información del diario e-consulta buscaron extender su financiera a Veracruz, pero se encontraron con el cobro de piso, el crimen organizado y la extorsión de la fiscalía de Córdoba.
El caso de Nallely es el antecedente de extorsiones aún más siniestras. Su historia es la primera evidencia documentada de una práctica que es un secreto a voces en Veracruz: sobornos que autoridades piden a familiares de desaparecidos.