Por Aquiles Montaño Brito // @soyaquiles1
En 2018, el país estaba harto de los pésimos gobiernos y buscaba opciones de cambio que beneficiaran a los mexicanos y llevaran al país a ser, una vez más, un poderoso estado soberano. Como se sabe, millones creyeron en las promesas de “primero los pobres” y “no mentir, no robar, no traicionar” que Morena le propuso al país y AMLO se hizo presidente de la República (un sueño que tenía 18 años de espera). Se votó por ‘seis de seis’ con Morena: presidente, gobernadores, senadores, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales. Gracias a sus engaños en los mítines, el dinero de poderosos sectores empresariales y la arrolladora campaña publicitaria, Morena se quedó con el poder absoluto en el país. Controló el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y, poco a poco, controló el Poder Judicial. Cualquier deseo de los patrocinadores de AMLO se convierte en realidad gracias al poder absoluto que lograron.
La victoria de Morena es culpa de una gran campaña publicitaria que engañó a los ciudadanos y les vendió la idea de que todo estaba mal y que un hombre era capaz de solucionar los problemas del país y hacer milagros. La burguesía que antes financiaba a los otros partidos políticos, ahora nos ofreció una nueva idea de cambio. Nos vendió a AMLO. La televisión nos vendió a Morena. Y millones compraron esos productos.
El Movimiento Antorchista Nacional sostuvo que AMLO y Morena no representaban un cambio en la forma de hacer política. Le pedimos a México, con toda la fuerza que pudimos, que no votara por ese cambio, porque se trataba del cambio de lo malo a lo peor. Sostuvimos que el AMLO que ‘luchaba’ contra la corrupción fue un pésimo jefe de Gobierno en la Ciudad de México y que ahí, bajo el PRD, se realizaron algunos de los peores actos de corrupción. ¿Ya nos olvidamos del ‘Señor de las ligas’? ¿Ya nos olvidamos del gasto del erario en Las Vegas? ¿Ya nos olvidamos de Ahumada y Bejarano? Sostuvimos que Morena no representaba un partido bueno ni progresista porque ese contenedor de bazofia estaba formado con lo peor de la política mexicana: los traidores partidarios, que cargaron con sus añejas ansias de poder y dinero hacia ese nuevo horizonte de “la esperanza”. Muchos analistas nos criticaron duramente. En los medios hubo una acometida sin tregua contra nosotros y Andrés Manuel López Obrador, en sus “giras de agradecimiento” y con el eco de la prensa venal, inició una guerra contra la “antorcha mundial”. Por ser críticos de Morena y demostrar en dónde estaban sus errores en el proyecto de país que proponían, Morena y el nuevo presidente nos acusaron de todo: mocheros, cuentas de banco con supuesto dinero ilegal, huachicoleros y un largo etcétera. Nada se demostró. A diferencia de muchos políticos que escondieron la cara o reverenciaron al nuevo mandamás del país, Antorcha se sostuvo firme en sus críticas y exigió, cara a cara, que AMLO probara sus acusaciones por la vía de la ley. No pudo ni podrá hacerlo. Los antorchistas, a pesar de la cólera lopezobradorista, estamos libres porque no hay delito probado contra una organización limpia y honesta.
Nuestro análisis sobre Morena fue cierto. La realidad se lo demostró a México. Con AMLO y Morena como reyes, en dos años y medio el país cayó en una grave crisis económica, el desempleo ha crecido de manera alarmante, se retiraron los apoyos que ayudaban a los colonos y campesinos a sobrevivir, se le regala dinero a quienes no estudian ni trabajan, se incrementó la inseguridad, los asesinatos, la desapariciones y los feminicidios, la educación sufre un retroceso comparable a los tiempos de la Edad Media, se le retiraron los apoyos a los investigadores, se modifican las leyes a voluntad de AMLO para someter al país, se crearon leyes antiprotesta en varios estados, los disidentes de Morena sufren cárcel, asesinatos o desapariciones, se intenta hacer que el INE se someta a los deseos de Morena, la Guardia Nacional acribilla a los ciudadanos o es garrote para golpear a los rebeldes y, de entre tanto que se puede decir, el pésimo manejo de la pandemia nos ha dejado un total de 220 mil muertos por Covid hasta el momento. Morena nos mata de hambre y de Covid.
Pero eso no es todo. El poder absoluto, la ignorancia suprema y las peleas por los puestos de elección, llevaron a Morena a elegir a los peores candidatos. Aquí van 10 ejemplos de esto: 1) AMLO y su partido han defendido hasta el cansancio a Félix Salgado Macedonio para que el INE lo deje ser el candidato a gobernador en Guerrero, a pesar de que tiene en su contra cinco denuncias por violación. 2) David Monreal Ávila, hermano de Ricardo Monreal (líder de Morena en el Senado y amigo de confianza de AMLO), ha sido evidenciado como un acosador de mujeres, a las que toca en sus partes íntimas sin su permiso, muy al estilo de don Vicente Fernández. 3) Mario Delgado, actual líder de Morena y defensor de Salgado Macedonio, perteneció y financió una organización cuyo líder está acusado de violaciones y explotaciones sexuales contra menores y por ello está condenado a 120 años de prisión. 4) A esa misma organización también pertenecía Clara Luz Flores, a quien Mario Delgado le dio la candidatura por la gubernatura de Nuevo León. 5) Julio César Lorenzini, candidato a la alcaldía de San Pedro Cholula, en Puebla, está denunciado por violación. 6) Alfonso Vázquez, candidato a una diputación local de la CDMX enfrenta denuncias por violación de alumnas. 7) Guillermo Villaseñor, candidato a diputado federal en Guanajuato tiene denuncias por acoso sexual. 8) Rubén Barroso, candidato a diputado federal por Guanajuato, es señalado por acoso sexual en una preparatoria. 9) Gabriel Biestro Medinilla, mano derecha del gobernador de Puebla Miguel Barbosa, está acusado por acoso sexual contra su chofer en agosto de 2019, que entonces era un joven de 17 años. 10) El mundo conoció a Saúl Huerta.
En Puebla, las tribus morenistas se pelean las candidaturas. Parece que el grupo del gobernador se ha quedado con cero puestos. Ni la candidatura para la alcaldía de Puebla le tocó a su grupo. Barbosa, colérico, lanza a la prensa contra los favorecidos por Mario Delgado. En esta guerra, el señor Benjamín Saúl Huerta Corona, amigo cercano de Alejandro Armenta, se hizo de la candidatura por la diputación federal del Distrito 11, al sur de la capital del estado.
Nadie conocía a Saúl Huerta. Su diputación fue tan gris que la ciudadanía ni lo ubicaba. Saúl Huerta no hizo nada, en tres años, por los ciudadanos que dice representar. El miércoles 21 de abril se convirtió en la estrella del escándalo en un par de horas. Resulta que el candidato de Morena, Saúl Huerta, abusó sexualmente de un joven de 15 años en un hotel en la Ciudad de México. El joven era parte de su equipo de campaña. La policía lo detuvo, pero el morenista dejó la cárcel porque tiene fuero. Pero el jueves 22 de abril, un joven poblano que vive en Ontario, California, Estados Unidos, declaró que Saúl Huerta hace cuatro años abusó de él sexualmente. Ahora, pondrá su denuncia para que se inicie una segunda investigación contra Saúl Huerta. En la prensa poblana se sostiene que Saúl Huerta tiene seis denuncias. El excandidato ahora anda ‘desaparecido’. Esos son los candidatos de Morena, que se ha convertido en un defensor de criminales. Y tú, ¿votarás por los candidatos de Morena acusados de delitos sexuales? ¡Yo tampoco!