Por Leticia Montagner
En ocasiones el uso de la Inteligencia Artificial (IA), ha causado temor y sentimientos encontrados entre los científicos y aquellos que están pendientes de este desarrollo digital.
Muchos recuerdan el episodio de Twilight Zone, que en México se llamó Dimensión Desconocida, transmitido en aquellos televisores en blanco y negro, que advirtió el uso de robots hace 60 años y que ahora en pequeña escala experimental se está volviendo real.
Un androide publicó recientemente una novela; en el Café X, en San Francisco, los baristas robot preparan y sirven café; otra cadena de restaurantes de California, Caliburger, está probando un robot que puede cocinar 2 mil hamburguesas al día.
¿Algún ser humano puede competir con eso? Los robots no se quejan, ni piden aumentos salariales, ni alimentos.
Podemos confiar en nuestro amigable robot o sistema de IA para ayudarnos a los humanos de vez en cuando. Sin embargo, ¿sabía usted que ha habido errores, algunos muy divertidos cuando se emplean?
De acuerdo a los Editores de Reader’s Digest, la publicación norteamericana, enumeró varios momentos divertidos en los que no fueron tan útiles.
Janelle Shane, científica investigadora en óptica, quería averiguar si la IA podía crear un menú artificial. Alimentó a una computadora con 30 mil recetas de libros de cocina y luego la programó para crear sus propias recetas.
¿El resultado? Digamos que McDonald’s no tiene nada de qué preocuparse. Una receta que creó la computadora fue algo llamado pastel de atún. ¿Quieres hacerlo? Necesitarás los siguientes ingredientes:
Una mayonesa de manzana dura cocida, cinco tazas de grumos en rodajas finas, rodear con 1 ½ docena de agua pesada a temperatura alta, escurrir y cortar ¼ de pulgada de la sartén. Otra receta de la computadora para una tarta fue tener una lata de fruta pálida frita para cubrir el desagüe.
No sabía del ronquido
Hace tiempo el hotel Henn-Na en Nagasaki, Japón, contrató a 243 robots para cubrir tareas propias desde el conserje hasta el botones. Después de que comenzó el experimento, los gerentes despidieron a muchos robots, pues los de registro tuvieron problemas para responder las preguntas de los huéspedes y fotocopiar los pasaportes, mientras que los mozos seguían golpeando las paredes y tropezaban con los bordes.
Si un invitado quería dormir hasta tarde, no pudo, porque un asistente en la habitación despertaba al huésped cada vez que roncaba y preguntaba: Lo siento, no pude entender eso. ¿Podrías repetir la solicitud?
Los medios de comunicación recurren a la IA para crear contenido sobre informes meteorológicos y de ganancias trimestrales, resúmenes deportivos, cualquier cosa basada en datos que no requiera el toque de un humano.
Pero eso no significa que los resultados serán mejores. En 2017, Los Angeles Times publicó una historia sobre un terremoto de 6.8 que sacudió a Santa Bárbara, California, pero fue… en 1925, cuando ocurrió el terremoto. El informe fue producido por un programa de computadora llamado Quakebot, que genera artículos basados en avisos del Servicio Geológico de Estados Unidos y cuando el personal estaba actualizando los datos históricos, el QuakeBot se confundió.
El reconocimiento facial también puede resultar confuso. Hace dos años, el aclamado software de Amazon emparejó a 28 miembros del Congreso con fotos de criminales. El equipo de fútbol escocés Inverness Caledonian Thistle FC pasó por alto el reconocimiento facial en favor del reconocimiento de pelota al reemplazar a sus operadores de cámara humanos con cámaras de seguimiento de pelota operadas por IA.
Ahora, las cámaras seguirían automáticamente la pelota. Suena genial, excepto que los fanáticos que miraban en casa se perdieron la mayoría de las jugadas de anotación, ya que las cámaras operadas por IA confundieron constantemente la cabeza calva del árbitro con el balón de fútbol. Decenas de espectadores llamaron al equipo para quejarse, uno de los cuales llegó a sugerir que le proporcionaran al árbitro un tupé.
Una noche en Hamburgo, Alemania, una Amazon Alexa tomó el entretenimiento de la noche en sus propias manos. Aproximadamente a la 1:50 am, comenzó a reproducir música a un volumen tan alto que los vecinos se vieron obligados a llamar a la policía que llegó y no había nadie para abrir la puerta. Entraron y desconectaron el dispositivo.
Como regalo de despedida, dejaron una nueva cerradura en la puerta, para que el propietario la descubriera cuando regresara, quien se vio obligado a dirigirse a la comisaría para recoger la nueva llave y pagar la considerable factura del cerrajero. Desde entonces, él y su Alexa se separaron.
¿Qué es lo peor que puede hacer una aspiradora robótica?
Jesse Newton responde: utilizó la Web para compartir que su nuevo cachorro había depositado excremento en el suelo a la 1:30 de la mañana mientras él y su esposa dormían. El robot aspirador distribuyó los desechos del cachorro por toda la casa, decorando elpiso, las patas de los muebles y las alfombras.
Sophia, un robot humanoide social desarrollado por Hanson Robotics, con el rostro de una mujer atractiva y la capacidad de mantener una conversación, al igual que Siri de Apple, lo que la hace inquietantemente parecida a una humana.
El dueño de la empresa, David Hanson y Sophia aparecieron en el programa de televisión The Pulse de CNBC. Él preguntó a la IA algo que el público sugirió: Sophia, ¿quieres destruir a los humanos? Sin dudarlo, Sophia, con una sonrisa demasiado amplia respondió: Está bien, destruiré a los humanos.
Así las cosas no es de preocuparse mucho, por ahora de la Inteligencia Artificial.
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