Habitantes de Acapulco denunciaron que alrededor de 600 casas de un conjunto de viviendas quedaron inhabitables tras el terremoto de magnitud 7.1 que azotó el martes el sur y centro de México.
“Nuestras casas cada día se están derrumbando más, parecen polvorones. Día con día se van desmoronando, ahorita con este temblor que hubo ya no están aguantando, las casas truenan y no podemos ni vivir ahí”, dijo Jaqueline Ocampo, quien se ha tenido que mudar al estacionamiento del edificio con su familia.
Además de esto, Jaqueline aseguró que su situación va empeorando, ya que las inclemencias del clima y la falta de servicios públicos dentro del desarrollo urbanístico -que ya presentaba fallas- han convertido un “paraíso” en “horror”.
“No podemos con esta situación de seguir pagando nuestras casas e ir a pagar una renta, estamos viviendo en la calle”, comentó la mujer, y denunció que según la constructora estas viviendas contaban con las mejores estructuras y acabados.
A pesar de que los daños son visibles a simple vista, los vecinos denunciaron que estas casas -que presentan daños de distinta intensidad- no están siendo contabilizadas por ninguna autoridad.
Aunque posteriormente a esta denuncia, la Secretaría de Protección Civil de Guerrero anunció que hay 3 mil viviendas afectadas entre los municipios de Acapulco, Chilpancingo y José Joaquín de Herrera.
Además de 13 hospitales, 35 planteles educativos, 6 centros religiosos, algunos considerados patrimonio cultural, 13 hoteles y 63 derrumbes en carreteras
Por tal motivo, los vecinos del lugar bloquearon este viernes un tramo de la carretera Acapulco-Zihuatanejo para exigir a las autoridades, así como también a la empresa inmobiliaria, una solución para las casas.
Para María Isabel Carreón, la situación a la que se va a enfrentar es un poco más complicada que para otros ya que ella tuvo la oportunidad de pagar su casa antes de lo establecido, por lo que el seguro ya no cubre los daños ocasionados por el sismo.
“Viajé desde la Ciudad de México para ver cómo estaba mi casa. Allá también sufrí daños, pero sé que hay apoyos. Pero aquí, ¿quién me va a pagar mi casa?”, lamentó.
La noche del martes, un temblor con epicentro a 11 kilómetros de Acapulco, en Guerrero, sacudió a varios estados del país.
Según el Servicio Sismológico Nacional, el terremoto tuvo una magnitud 7.1, dejando un hombre muerto y daños materiales en varios municipios de Guerrero, donde también se produjeron cortes de luz.
“Afortunadamente no hay daños mayores, hasta ahora una víctima, un joven que iba conduciendo una motocicleta y perdió la vida, esto en Guerrero”, apuntó el miércoles el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Este fenómeno recordó lo ocurrido hace exactamente cuatro años antes cuando se registró un terremoto de magnitud 8.2 el cual tuvo su epicentro en el Golfo de Tehuantepec y afectó principalmente los estados de Oaxaca y Chiapas, donde 98 personas perdieron la vida, 78 de ellas en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.
Con información de EFE