Una vez más la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, y el gobernador del estado, Miguel Barbosa,protagonizan la confrontación del momento.
Y es que esto es algo que ya se veía venir. Desde que Barbosa anunció que el daría el tradicional grito por su cuenta, en Casa Aguayo, de vislumbraba que iba a haber pleito.
Y la manzana cayó en el futuro edil Eduardo Rivera Pérez, quien, a diferencia de la actual, sí fue contemplado por el gobernador para la tradición septembrina.
Ante esto, Claudia Rivera recurrió a la táctica de denunciar misoginia por parte de Miguel Barbosa y de calificar este hecho como un “parteaguas sombrío en la historia del municipio de Puebla”.
Afirmó que el no tomarla en cuenta no es, solamente, “hacia Claudia sino es invisibilizar al municipio”.
Cada vez se hace más evidente que, para Barbosa, es todo lo contrario a lo que afirma la alcaldesa: el municipio, tal vez, Claudia, ¡No!