Los Juegos Paralímpicos están repletos de historias, las cuales tiene como común denominador el ser ejemplo de éxito y superación.
Un ejemplo de esto es la historia de Haven Shepherd, quien participó en la modalidad de pecho SB7 y combinado SB8.
Haven era una bebé, tenía solo 14 meses de edad cuando sus padres que vivían en Vietnam se suicidaron amarrándose a una bomba, ya que querían morir y junto con ellos llevarse a su pequeña hija, a quien tenían en brazos.
La detonación mató a los padres de Shepherd al instante, pero de manera increíble, ella sobrevivió, aunque sus piernas tuvieron que ser amputadas por debajo de la rodilla.
Haven Shepherd fue adoptada en Estados Unidos por los que ahora son estadounidenses sus padres; ellos la ayudaron en refugiarse en la natación, el crossfit y el modelaje.
Ahora a sus 18 años acudió a su primera justa paralímpica en Tokio, donde el pasado 28 de agosto quedó en quinto lugar en la final de 200 metros combinado; el 31 de agosto clasificó a la final de los 100 metros pecho y buscará ganar su primera medalla.
“Es una vida que nunca viví (el accidente), no la recuerdo. Solo perdí las piernas, podría haber perdido la vida”, dijo a la revista People y a los medios de los Juegos Paralímpicos.