Con ayuda de miembros del Instituto Nacional de Migración, la Guardia Nacional mexicana fue la encargada de impedir el camino a una caravana de personas migrantes que se dirigían a Estados Unidos.
México continúa siendo el principal país que sirve de tapón a las grandes migraciones que tienen como objetivo llegar a Estados Unidos y que huyen de la violencia armada de sus lugares de origen.
Este sábado 28 de agosto una caravana de personas migrantes que había salido de la ciudad mexicana de Tapachula, situada a unos 10 kilómetros de la frontera con Guatemala, fue bloqueada violentamente por el cuerpo de antidisturbios de la Guardia Nacional. Apenas ocho horas después su partida, la caravana, se vio frenada también por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) que ayudaron a la Guardia Nacional a impedir el acceso a la caravana, cuando llegaba a la ciudad de Huehuetán.
El grupo cuenta con alrededor de 600 personas y es considerado el más grande de este año.
El reverendo Heyman Vázquez, un cura que trabaja con personas migrantes declaró que se estima que eran alrededor de 200 personas las que habían logrado pasar el puesto de barricada para alcanzar la ciudad vecina de Huixtla, y 40 personas fueron arrestadas en los enfrentamientos.
Las escenas de violencia se subieron a las redes rápidamente, y se pudieron ver a lo largo de la carretera Huehuetán hacía Huixtla enfrentamientos entre las fuerzas públicas militarizadas y personas migrantes, muchos eran acompañados o cargaban bebes.
En este video se puede observar a un agente del INM con ayuda de guardias nacionales, agarrar a una persona migrante y aplastarla en el piso, mientras que otro agente le patea la cara.
En otro video se ve cómo miembros de la Guardia Nacional usan sus escudos para violentar a una persona migrante que cargaba a un menor de edad.
Ni la Guardia Nacional ni el INM mencionaron la existencia de esos videos ni hicieron alusión en ninguna parte. Sin embargo, mediante un comunicado publicado al día siguiente, el INM que los agentes de la inmigración “asumieron una conducta inapropiada” y que reprobaba “cualquier acción que lesione los derechos humanos de personas en contexto de movilidad”. Según el mismo informe, todo degeneró después de que “una persona migrante empezara a golpear a un agente federal de migración.”
Por su parte, la sede mexicana de Amnistía Internacional condenó en Twitter la acción del Gobierno mexicano, llamando a “actuar con enfoque humanitario ante la llegada de personas migrantes.”