Puebla, y México en general, amaneció con la noticia de que el aún diputado expulsado de Morena, Saúl Huerta, había sido detenido por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX).
Detenido, entre comillas, porque no fue fruto auténtico del esfuerzo arduo de la FGJCDMX, más bien, fue resultado de un acuerdo buscado por el propio diputado.
El acusado de violación sabía cuando, quienes y a qué hora iban a pasar por él.
Sin esposas, pero con escolta, parecía que, más que a un acusado, llevaban aún al funcionario ‘poderoso’.
Dijeron en redes: “Nada más les faltó invitarles un café”. Y sí.
Con la forma en que se dio su detención, podemos darnos una idea de cómo podrá ser el proceso. Al tiempo.