Jean-Luc Lagardère, el industrial francés que ayudó a fundar al campeón aeroespacial europeo Airbus, solía comparar a sus ejecutivos con caballos de carreras. Muy inteligentes y competitivos, se desempeñaban mejor cuando se les daba libertad, siempre y cuando él llevara las riendas.
Airbus es ahora el mayor fabricante de aviones comerciales del mundo por entregas. Eclipsó a su rival Boeing en el segmento de pasillo único y no solo porque el fabricante estadunidense cometió errores mortales con su programa 737 Max.
Es por eso que una reorganización de directivos la semana pasada preocupa a varias personas dentro de la empresa, ya que Airbus hace grandes apuestas en nuevas tecnologías, como los aviones propulsados por hidrógeno, a raíz de la crisis de covid-19.