Por Karen Santos
La mañanera de AMLO se volvió ya un circo de ínfima calidad. La máxima tribuna del país ahora sirve para poner las canciones favoritas del presidente, mismas que pide justo cuando es cuestionado sobre asuntos de alta importancia para la vida de los mexicanos. El pasado viernes 13 de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio, de nueva cuenta, muestra de lo insensible que puede llegar a ser con el pueblo que lo llevó al poder, de su idiotez política y de lo poco que le importan las preocupaciones justas del resto del país.
Al ser cuestionado sobre el regreso a clases presenciales y los riesgos que este conlleva, lo que tiene a la población preocupada pues se trata de la vida y la salud de sus hijos, el mandatario contestó: “Tenemos que correr ciertos riesgos, como todo en la vida. Imagínense si no salimos porque nos puede pasar algo, pues nos vamos a quedar todo el tiempo ahí, encerrados. No, tenemos que enfrentar las adversidades”. ¿El contagio y hasta la muerte de miles de niños es un riesgo que los mexicanos tenemos que correr? ¿Acaso la muerte de un infante, de un joven, o de cualquier persona, se puede reparar como para que nos arriesguemos? ¡No, de ninguna manera!
Y, restandole importancia y seriedad al cuestionamiento, procedió a decir con una cínica sonrisa: “Los caminos de la vida no son como imaginaba, ¿por qué no pones esa? Y vamonos con los caminos de la vida”, acto seguido suena la canción en el recinto. Para AMLO la preocupación por la vida de los infantes es una broma, un chiste, algo sin importancia. De ese talante el señor presidente.
Para rematar, culpó a los medios de hablar de los contagios entre la población más jóven por un beneficio económico. “Vean los periódicos están hablando ya de contagios de niños, ojalá y nunca pase, tocó madera, pero si fallecieran los niños por Covid (toca madera) se alebrestarían los opositores, predominaría la temporada de los zopilotes. Así a ese nivel de irracionalidad y todo por el dinero”. O sea, seguimos con ese delirio de que todo lo malo que pasa en el país, todos los problemas, no son reales, sino mero invento de la ‘oposición’, de la ‘mafia del poder’, que busca acabar con la cuatroté y hacer quedar mal al presidente.
Pues, lamentablemente, no es “una bandera de la prensa conservadora”, como pregona AMLO. Es una cruda realidad que él se niega a ver, a aceptar y, por ende, a atacar. Vamos a los datos. Tan solo en la primera semana de agosto, hubo mil 801 nuevos casos entre menores de edad, de acuerdo con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA). Y la tendencia es que los contagios entre menores van creciendo al doble: En junio, el promedio de casos fue de 53, en julio de 173 y en la primera semana de agosto 225 casos.
Según este organismo, desde que inició la pandemia, en febrero de 2020, se han contagiado 63 mil 239 niños y adolescentes, de los cuales 613 lamentablemente han perdido la vida. Respecto a los contagios, un 57% corresponden a menores de entre 12 y 17 años, mientras que un 23% de los casos se presentaron en infantes de entre 6 y 11 años y el resto en niños de 0 a 5 años.
Y si este dato ya es de por sí feo y alarmante, el asunto se pone peor, pues resulta que el SIPINNA está reportando menos de la mitad de los contagios que reporta la Secretaría de Salud (Ssa): 141 mil 463 niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años contagiadas. Y los datos que más se difunden son los del SIPINNA, que calcula solo los casos positivos por prueba de laboratorio, dejando fuera otras variables.
Sean unos u otros, los datos son graves y debieran alarmarnos a todos por igual. Y al primero al que debería preocuparle es al primer mandatario. ¡Él lleva las riendas del país! Lo que pasa en el país es su responsabilidad y debiera ser el primero en pronunciarse y actuar; por el contrario, parece que quien nos gobierna es un DJ con delirios de persecución al que no le importa otra cosa más que sus designios.
Pero el pueblo de México se da cuenta de esto y se preocupa, por algo la mayoría rechaza un regreso a clases, improvisado y homicida. Si el gobierno no quiere actuar, actuemos nosotros. No permitamos que se ponga en riesgo la vida de los más jóvenes con las ocurrencias de AMLO.