Hace unos días se dio a conocer que una de las primeras acciones que realizó el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta fue la compra del sofisticado equipo de espionaje Geomatrix.
Con dicho equipo, el gobierno planteó un supuesto combate a la delincuencia organizada, sin embargo, el haber reservado por 5 años la información sobre la geolocalización de dispositivos móviles y la intervención de comunicaciones que se realizaron con el equipo, bien deja la duda.
¿Qué entenderá Barbosa por ‘delincuencia organizada’? ¿A quiénes espió de verdad con este software?
Porque este gobierno ha encontrado enemigos hasta donde no los hay, por lo que ¿no sería extraño que, bajo la cubierta de ‘delincuencia’, intentara espiar a personajes que no concuerden con él para, después, con artimañas, fabricar uno que otro delito y, así, quitarse del camino a quienes convenga? Esperemos todo quede en preguntas.