Durante la destrucción de un tramo de pavimento de la calle Melchor Ocampo, la cual colinda con las calles Hidalgo y Madero, que se encuentran en el centro del municipio, el ayuntamiento no estableció las medidas de seguridad pertinentes.
La dirección de obras debió cerrar el paso a los transeúntes, cerrar temporalmente los negocios que se encuentras a orillas de dicho tramo y resguardar el área con el fin de prevenir algún tipo de accidente y de entorpecimiento de los trabajos.
Sin embargo, la falta de seguridad y protección causó que las personas realizaran compras en los establecimientos y que algunos ciudadanos cruzaran la calle y transitaran libremente sobre la obra en curso.
El ayuntamiento se limitó en poner algunos conos a las orillas de la calle mientras el personal que controlaba las retroexcavadoras destruía el pavimento; además las personas involucradas en dicha obra no portaban la vestimenta de equipo de protección.