El impedimento para competir en las elecciones presidenciales de Nicaragua en medio de la contienda electoral, plagada de una ola de arrestos contra los adversarios políticos del mandatario Daniel Ortega, quien aspira a su cuarto mandato consecutivo, es el golpe más contundente que ha dado el estado.
Según los expertos, la estrategia es que el mandatario izquierdista quede como el candidato único de las elecciones del próximo 7 de noviembre. Y es que la Alianza Ciudadanos por la Libertad era el partido político del último opositor que se mantenía en campaña: Óscar Sobalvarro.
El Consejo Supremo Electoral (CSE), controlado por partidarios de Ortega, suspendió la personería jurídica a la Alianza Ciudadanos por la Libertad, que conducía una coalición electoral junto a un partido indígena y una organización cívica.
El CSE justificó su medida al señalar que la representante legal de la Alianza, conocida en el país como Kitty Monterrey, tiene doble nacionalidad: estadounidense-nicaragüense y que habría obtenido el documento de identidad nacional mediante «procedimientos irregulares».
La solicitud de cancelación fue hecha bajo esta razón por la diputada María Haydée Osuna, según confirmó el Supremo Electoral cuando anunció su decisión en una rueda de prensa.
“Ha actuado en flagrante violación a la Ley 1055, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz, y que, en particular, en relación a su representante legal, ciudadana Carmella María Rogers Amburn (conocida como Kitty Monterrey), cuando efectuó su trámite de cedulación lo hizo de manera anómala y fraudulenta”, señalaron las autoridades del CSE.
La Alianza Ciudadana ya había sufrido la inhabilitación de varios de sus candidatos presidenciales en un ambiente de retaliación contra cualquiera que desafíe a Ortega en las urnas, quien se aferra al poder.
El último golpe contra la Alianza Ciudadana se produce luego de que el pasado miércoles fuera detenida la candidata de este partido a la Vicepresidencia, Berenice Quezada, la exreina de belleza de 27 años, quien era la fórmula de Sobalvarro.
Muchos se preguntaron en ese momento por qué Sobalvarro no fue capturado o inhabilitado. La respuesta ya estaría dada ahora con el bloqueo de todo el partido político.