Jocabed Vazquez
Este miércoles el partido opositor Alianza Ciudadanos por la Libertad denunció el arresto por las fuerzas del Gobierno del país de la candidata a la vicepresidencia de Nicaragua, Berenice Quezada. Esto en medio de una ola de detenciones a varios líderes de la oposición en la nación centroamericana.
Este miércoles la Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL) anunció que la aspirante a la Vicepresidencia, Berenice Quezada, fue detenida. Las detenciones a opositores del partido sandinista siguen siendo una constante de cara a los comicios para las elecciones en Nicaragua.
Mediante un tuit la CxL afirmó que la candidata «fue notificada en su casa por las autoridades judiciales y del Ministerio Público, acompañadas por la Policía, que quedaba a partir de ese momento en retención domiciliaria, sin acceso a comunicación telefónica, con restricción migratoria e inhibida de postularse a cargos públicos de elección popular».
De manera oficial, el pasado lunes, Quezada, de 27 años, inscribió su candidatura como fórmula vicepresidencial de Oscar Sobalvarro, quien comandó en los años ochenta a los ‘Contras’, que intentaron derrocar con apoyo y financiamiento de Estados Unidos al Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Cabe destacar que el partido de Quezada exigió su liberación, pero hasta el momento el Gobierno no se ha pronunciado.
El pasado martes, el canal de noticias local Confidencial informó que Quezada fue denunciada frente al Consejo Electoral por un delito de «terrorismo». El medio indicó además, que la denuncia se sustentó en unas declaracionesde la candidata en las que denunció “falta de libertades en su país”.
La detención de la aspirante a la Vicepresidencia se suma a la lista de políticos opositores arrestados en las última semanas y por las cuales se acusa al Gobierno de Ortega de estar orquestando una represión sistémica. De hecho, de los 11 candidatos iniciales a la Presidencia, siete han sido detenidos señalados de «traición a la patria».
Mientras que Ortega busca ser reelegido por quinta vez, muchos empresarios, periodistas y políticos se han ido al extranjero por miedo a ser detenidos.