Aquiles Montaño Brito //@soyaquiles1
El 13 de abril de 2021, el portal de noticias argentino telam.com.ar publicó una nota titulada así: «Mauricio Kartun: “La historia de Sacco y Vanzetti vuelve una y otra vez por su grandeza desmesurada”». En la nota se dice: “Hace un siglo, el 21 de julio de 1921, los inmigrantes italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, trabajadores y anarquistas, fueron condenados a la silla eléctrica en Massachusetts, Estados Unidos, por presunto robo y asesinato, en un proceso turbio y teñido de xenofobia, el cual, pese a los pedidos de clemencia de las multitudes en todo el mundo, finalizó con la ejecución de ambos en 1928”. Mauricio Kartun escribió la obra de teatro Sacco y Vanzetti, que se ha convertido en un himno de rebeldía contra el sistema capitalista y su forma de hacer “justicia”.
“Lo que hace que la historia de los dos italianos vuelva una y otra vez no es simplemente la injusticia, de la que hay mil historias por día en el mundo, sino su resistencia sobrenatural, su grandeza desmesurada, esa dignidad espectacular –en el sentido más literal de la palabra- que los lleva a enfrentar la silla eléctrica antes que confesarse culpables de un delito no cometido”, dice Kartun en la nota del portal argentino. Más adelante, en la entrevista que le hace el periodista Héctor Puyo, el dramaturgo afirma: “Suelo perder de vista a las obras después de que pasa el envión de su estreno. No volver a tocarlas. Me gusta esa independencia que cobran, cómo una puesta trae la otra, como circulan los textos y detonan montajes en los lugares más insólitos, cómo los elencos adaptan, modifican y acomodan. Las reescrituras se dan solas. Hasta hace un par de años Sacco y Vanzetti se representaba en un hermoso galpón del puerto de Río de Janeiro y hasta este año la tiene montada en México un grupo de jóvenes del Movimiento Antorcha Campesina”. El dramaturgo Mauricio Kartun conoció, virtualmente, la puesta en escena de Sacco y Vanzetti y la recordó durante la entrevista.
La pandemia del Covid nos obligó a evitar las concentraciones humanas masivas debido al contagio que puede originarse. Por eso, desde abril de 2020 y hasta marzo de 2021, la Comisión Cultural del Movimiento Antorchista presentó decenas de eventos culturales virtuales, como el Encuentro de Baile Internacional, Concursos de Voces y de Declamación, recitales de música nacional e internacional dirigidos por el presidente de esta comisión, Ing. Juan Manuel Celis, programas artísticos de los Grupos Nacionales Culturales de Antorcha y, también, desde luego, puestas en escena on line. El éxito fue mayúsculo y cientos de miles, desde sus casas, apreciaron por horas y horas el arte de alta calidad.
Van algunos datos sobre la actividad virtual, en Facebook, de las puestas en escena de la Compañía Nacional de Teatro “Víctor Puebla”. Las troyanas, de Eurípides, tuvo 16 mil 400 reproducciones, 703 comentarios y mil 300 personas compartieron la obra. Divertimento poblano, de Víctor Puebla, tuvo 7 mil 300 reproducciones y 499 comentarios de los espectadores. La tremenda corte tuvo 23 mil reproducciones, 844 comentarios y mil 100 reacciones. Diles que no me maten, extraída del cuento de Juan Rulfo, tuvo 25 mil reproducciones, mil comentarios y mil 700 reacciones de las personas. Coriolano, de Bertolt Brecht, tuvo 29 mil reproducciones y mil 600 comentarios. Sacco y Vanzetti, de Mauricio Kartun, tuvo 36 mil reproducciones y 2 mil 300 comentarios. Espartaco, de Vania Mejía, presentada en la Espartaqueada Virtual de Antorcha 2021, tuvo 64 mil reproducciones y 2 mil 700 comentarios. No son todas las puestas en escena presentadas virtualmente por la Compañía Nacional de Teatro “Víctor Puebla”, pero sí algunas de las más vistas. El número total de reproducciones de estas obras es de 200 mil 700 espectadores. Es decir, poco más de dos veces la cantidad de gente que le cabe al Estadio Azteca. ¿Cuántos teatros repletos implica esto? Haciendo un cálculo rápido: unos 700. Esto quiere decir que la Compañía de Teatro “Víctor Puebla” habría llenado, en dos años, un teatro por día en cada una de sus presentaciones. ¿Cuántas compañías, a nivel mundial, logran esta hazaña? ¡Antorcha es un éxito en el arte!
Con pandemia y sin pandemia, Antorcha hace arte y lo lleva a los rincones más humildes del país, para disfrute de los campesinos, colonos, obreros o estudiantes, y también a los grandes foros de México. Desde hace 20 años, organizamos los Encuentros Nacionales de Teatro para dos categorías, amateur y semiprofesional, en el Instituto Potosino de Bellas Artes y en el Teatro de La Paz de San Luis Potosí. Los concursos duran tres días y se han presentado hasta 50 puestas en escena de todos los estados del país y de muchas universidades. ¿Por qué hacemos todo esto? Porque el arte educa, concientiza, te rebela contra la explotación y te llama a luchar para crear una sociedad mejor.
El trabajo para representar a Sacco y Vanzetti, para organizar los encuentros de teatro o las puestas en escena virtuales son producto, en gran medida, de los frutos del árbol que sembró el Divo de Puebla, nuestro Víctor. El 21 de julio se cumplieron 14 años de que murió este genial dramaturgo y director antorchista, que fue un ser humano sensible que llevó su teatro hasta las comunidades de la Sierra Norte, las playas de Sonora, el cerro del Tejolote en el Edomex, los teatros de Puebla y de varios estados o hasta el gigantesco Estadio Azteca de la Ciudad de México. El Divo de Puebla dijo en un artículo publicado en la revista buzos, el 20 de noviembre de 2002, en torno al V Encuentro Nacional de Teatro de Antorcha: “Desde Carballido hasta Shakespeare, con Molière a un lado. Desde la sórdida realidad de los hambrientos y los ignorantes, hasta la crítica feliz de los comediantes clásicos, son un banquete de ilusión que, durante tres días, algunos miles de pobres disfrutan y devoran con gratitud por el beneficio implícito que un evento de tal magnitud representa para quienes lo presencian. Si lo intangible tuviera vergüenza, el Cervantino sería un festival que debiera ocultar su rostro ante la humillación evidente y apabullante que un sencillo encuentro teatral, organizado con la inteligencia y el corazón de los héroes anónimos que lo realizan, logran dando como resultado la transformación social del discriminado”.
En su artículo “Adiós a Víctor Puebla, gran artista y hombre bueno”, el Maestro Aquiles Córdova Morán, nos dice: “Fue precisamente esta posición humanista, de hombre bueno además de artista, lo que hizo, casi de manera natural, que se encontraran, se entendieran y comenzaran a marchar juntos, el gran Víctor Puebla y el Movimiento Antorchista Nacional, a través de su Comisión Nacional Cultural a cuya cabeza se encuentran dos enamorados del teatro y de la cultura en general: el ingeniero Juan Manuel Celis Aguirre y la doctora Soraya Córdova. Juntos, en plena sintonía, con absoluta coincidencia en propósitos, metas y métodos, fundaron la Compañía Nacional de Teatro del Movimiento Antorchista a la que el maestro Víctor Puebla consagró, casi enteramente, los últimos años de su fecunda vida.Grandes y trascendentes fueron los logros de esta compañía; gracias a ella y a su ilustre director, miles, sí, miles de humildes campesinos, colonos, obreros y estudiantes, supieron lo que es el teatro, presenciaron por primera vez en su vida una obra de teatro y se rieron a mandíbula batiente, reflexionaron seriamente sobre sus problemas o derramaron lágrimas sinceras ante tragedias que para ellos eran más reales y más fuertes por haberlas vivido o conocido de cerca”.
Víctor no ha muerto. Víctor vive en la Compañía Nacional de Teatro que hoy lleva su nombre en honor a él. Víctor vive en sus artículos, que deben ser leídos por quienes sostienen que el arte cambia sociedades, en sus poesías, en las obras de teatro que escribió, en las que adaptó y en su libro Antología selecta, editado en julio de 2019 por la BUAP. Víctor vive en el público al que le enseñó a disfrutar del teatro y en toda la gente que ahora reflexiona con las puestas en escena de las compañías antorchistas. Víctor Puebla, nuestro genio del arte, vive en Antorcha, en el pueblo.