Por Silvanna Mortera
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres que trabajan fuera de casa dedican en promedio 10 horas semanales menos que los hombres al trabajo remunerado ya que realizan mucho más trabajo no remunerado.
Esto refleja que las mujeres reciben menos dinero por hora en el trabajo extra doméstico y, además, buena parte de su trabajo no se paga, así que la brecha real es mucho mayor: reciben alrededor de 60 centavos por cada peso que recibe un hombre cuando se considera todo el trabajo de ambos sexos.
La desigualdad en responsabilidades y trabajo de cuidados impide que las mujeres aumenten sus ingresos e independencia. En promedio, los hombres ocupados con hijas/os menores de edad dedican menos de 1 hora al día a cuidar de otras personas.
Según las cifras, las mujeres que laboran en los hogares con jefatura femenina, por cada persona en edad laboral hay más dependientes que en los hogares con jefatura masculina (la proporción es de 0.58 contra 0.53).
Además de que una parte importante de su trabajo no se paga, ganan menos y se encargan de más personas, las mujeres tienen menos acceso a la seguridad social.
Aunque tengan un trabajo extra doméstico, 64% nunca ha cotizado a la seguridad social.
Esta encuesta pone en tela de juicio la necesidad existente de mayor equidad en la remuneración de todas las formas de trabajo y en la división del trabajo de cuidados, además de políticas públicas que redistribuyan la carga y permitan a las mujeres alcanzar mayor autonomía y bienestar.