Por: Elizabeth Estrada
Los científicos han dado los primeros pasos en el desarrollo de un nuevo método para identificar los movimientos de los delincuentes mediante el análisis químico del suelo y el polvo hallado en los enseres o vehículos empleados por estos.
Este nuevo sistema de localización permite que las fuerzas de seguridad puedan comparar los restos de suelo encontrados en los artículos personales de los cacos con muestras de suelo regionales para implicarles o eliminarlos de la escena del crimen.
El doctor Patrice de Caritat, científico investigador de Geoscience Australia y de la Organización de Geociencias del Sector Público de Australia, explica que las primeras pruebas realizadas por el equipo estaban orientadas a comprobar si el análisis geoquímico de una serie de muestras podía emplearse para delimitar un área de búsqueda concreta.
En este sentido los autores del estudio se muestran satisfechos, ya que con su método lograron eliminar hasta el 60% de los escenarios posibles para la procedencia de las muestras estudiadas, lo que puede reducir enormemente el tiempo, el riesgo y la inversión en una investigación en curso.
Aunque esto no es algo completamente nuevo, ya que el asesinato de John Dodson, en Colorado, es uno de los casos más interesantes en la historia de la geología forense. La evidencia geológica (restos de bentonita encontrada en los zapatos y jeans de Janice Dodson) fue inequívoca y vinculó a la sospechosa directamente en el crimen eliminando su coartada.