Si Silvano Aureoles pensó que por ser el gobernador de Michoacán AMLO lo iba a recibir en su Palacio con la puerta abierta, se equivocó rotundamente.
Casi tres años de gestión han demostrado que AMLO no recibe a nadie que no le interese.
En su lista de ‘rechazados’ están desde políticos de renombre hasta mujeres violentadas, estudiantes, maestros, médicos, enfermos de cáncer, papás de niños enfermos de cáncer, familiares de desaparecidos, policías, mexicanos que piden apoyos, seguridad, trabajo, hospitales, etc., y la lista es interminable.
Y ni hablar de las críticas, esas ni las recibe ni las quiere conocer.
AMLO sólo se reúne con quien le genere un beneficio a él, a su partido o a su cuatroté. Ahí está este mismo martes la reunión con Carlos Slim.
Mientras que a Silvano Aureoles lo dejó esperando 4 horas en un mísero banco de plástico en la calle, con Carlos Slim platicó gustoso.
El gobierno de AMLO no es ciudadano, no es popular y, no es, ni de lejos, de oídos abiertos.
¿Será que AMLO sabía perfectamente que no le convenía recibir a Aureoles?