Mientras en América Latina y África los casos se van multiplicando durante estas semanas en numerosos países, en Estados Unidos y especialmente en Europa parece que se está recobrando la vida cotidiana poco a poco gracias a los altos índices de vacunación.
La vacuna se ha mostrado como la piedra angular de la recuperación de la normalidad previa a la pandemia. Aquellos países que han podido inmunizar a más gente son los que han visto como los casos y las muertes han caído en picado. La situación es tan positiva que algunos países como Francia o España ya anunciaron medidas de retirada de mascarillas en espacios abiertos.
Sin embargo, la OMS advierte que estos procesos de vacunación rápida y masiva pueden llegar a ser inútiles si no son equitativos entre todos los países y no se consigue hacer llegar la vacuna a todas las regiones del planeta, ya que las más desfavorecidas pueden ser el caldo de cultivo idóneo para el surgimiento de nuevas y peligrosas variantes que resistan las vacunas.
Hasta la fecha, se han reportado 177,8 millones de casos y 3,8 millones de muertes en todo el mundo a la vez que se han inoculado más de 2.500 millones de dosis, según el conteo independiente de la Universidad Johns Hopkins.