*Un análisis después del encuentro de López Obrador con Kamala Harris, en una entrevista con el asesor de imagen, Xavier Kink.
El asesor de imagen dio énfasis al hecho de que la etiqueta y una buena imagen, son unos de los principales requisitos que debe tener un ejecutivo que representa al país, además, de que debemos exigir a quien esté desarrollando ese puesto, la responsabilidad competente para el desempeño del mismo.
Asimismo, puntualizó que el pueblo se compadece de la imagen de López Obrador, quien se muestra como una persona surgida del pueblo, desaliñado, etc. Romantizando la pobreza o viéndola como signo de nobleza. Sin embargo, con respecto al puesto ejecutivo de las políticas públicas que se ejercen en el país, que él representa, deben ser más cuidadosos con la imagen del mismo, pues: “Así como se presenta ante la vicepresidenta de estados unidos, así debe presentarse ante el resto del mundo, porque no somos un país aislado, necesitamos relaciones políticas y económicas con todo el mundo”.
Durante la entrevista, se cuestionó la difusión que se le da a distintos aspectos que figuran sobre él, pero no a la sustancia de sus actividades. “Regularmente, cuando tenemos una imagen del presidente siempre tiene que ver o con sus dichos, o con sus modos, o con sus reacciones, pero nunca vemos la sustancia, la importancia y la información de sus actividades; en qué nos están beneficiando para nuestra vida diaria, para lo real, para lo que se toca. Siempre la imagen del presidente por encima de la información real”.
Mencionaron que es una estrategia clara marcada de la 4T, mantener la imagen del presidente como la de aquel gobernante sin rastros de vanidad. “Es una estrategia política para que la sociedad siga polarizándose, sigan dividiéndose en el equipo pro imagen pública o contra la imagen pública como en realidad deberían cuestionar mucho más de cerca este tipo de cosas, ¿cuál es el rumbo del país?, ¿en qué nos beneficia este tipo de políticas, este tipo de imagen? Y los manejos en general del ejecutivo”.