Este domingo llegaron a nosotros datos que no son extraños, porque lo vemos y vivimos, pero no por eso son menos terribles:
El 94 % de los mexicanos muertos por la Covid-19 eran obreros, amas de casa y retirados con condiciones económicas adversas, y la mitad no terminó la primaria.
Eso afirma el estudio “Impacto de los determinantes sociales de la Covid-19 en México” de la UNAM.
Este estudio, elaborado por la Facultad de Medicina de la máxima casa de estudios, revela también que el 92 % de los decesos ocurrieron en instituciones públicas de salud, con la mitad en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), mientras que en hospitales privado solo sucedieron 2 % de las muertes.
La UNAM lo confirma, palabras más, palabras menos: el Covid mató a los más pobres, a los más vulnerables.
En Puebla, hasta la fecha, han muerto casi 12 mil personas, la mayoría de ellos entra seguramente dentro de esta cruel estadística.
¡Y eso que nuestro gobernador decía que “el coronavirus sólo le daba a los ricos”, que “si eras pobre, eras inmune”!.
Hoy los datos confirman lo contrario, “si eres rico (o con solvencia) y te da Covid, te curas”, “si eres pobre y te da Covid, te mueres”.