Pese a que Claudia Rivera prometió “transformar” a Puebla, los capitalinos no ven con buenos ojos el trabajo de la morenista. Tan solo en el primer año de su gobierno, el Ayuntamiento resultó reprobado en los rubros de bacheo, seguridad pública, pavimentación, etc.
Karen Santos// @KarenSantosOfic
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A días de que iniciaran las campañas locales, diversas encuestadoras ubicaban —de nueva cuenta— en lo más bajo de sus mediciones el trabajo de la morenista Claudia Rivera Vivanco, quien, aún así, busca la reelección “para no interrumpir la transformación del municipio de Pueblaˮ.
El pasado 30 de marzo, el cabildo municipal de Puebla aprobó la solicitud de la morenista Claudia Rivera Vivanco, quien pidió licencia para separarse del cargo y poder buscar la reelección, permiso que se hizo efectivo a partir del siete de abril, quedando a cargo del municipio Argelia Arriaga García.
Después de una lucha interna, que aún continúa, el día 27 de marzo la dirigencia estatal de Morena anunció que Claudia Rivera sería su candidata a la alcaldía de Puebla. Al instante, el diputado local con licencia, Gabriel Biestro, se lanzó contra la decisión del Comité Estatal y anunció que se dispondría a impugnar la designación.
Ante el berrinche de Biestro Medinilla, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el 22 de abril, ordenó a la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) de Morena justificar la elección de Claudia Rivera como su candidata a la presidencia. Biestro aplaudió esta decisión al afirmar que “será bueno que expliquen por qué se elige un perfil que está reprobado en todos los aspectos, en últimos lugares de aprobación a nivel nacional, y que en las encuestas públicas para la candidatura salió invariablemente en segundo lugar”.
El 28 de abril, el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) amonestó a la candidata de Morena a la alcaldía de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, debido a que incurrió en actos anticipados de campaña, promoción personalizada y uso indebido de recursos públicos al promover sus acciones como edil en sus redes sociales, pero al mismo tiempo buscaba la reelección.
Ya antes, regidores panistas, habían anunciado que denunciarían a Rivera Vivanco por estos mismos actos, sin embargo, Vivanco afirmó que en su gobierno “nos hemos conducido y me seguiré conduciendo con total apego a la legalidad, con absoluta transparencia y rendición de cuentas”.
Este nueve de mayo, ya en campaña, Rivera Vivanco impugnó ante la Sala Regional del TEPJF las amonestaciones que le impuso el Tribunal local. A decir de la morenista, estaba en su derecho de impugnar “cuando se considera que algo es inequitativo y no es correcta la apreciación”. Y auguró que ganarían la apelación.
Encuestas y arranque de campaña confirman fracaso de Clau Rivera
Luego de la tardanza del Instituto Electoral del Estado para validar o no las candidaturas a diputaciones locales y ayuntamientos en Puebla y hacerlo hasta las cuatro de la mañana del mismo cuatro de mayo; ese martes por la mañana, los contendientes a ayuntamientos y el Congreso local arrancaron campañas.
La morenista Claudia Rivera resaltó su nueva imagen: Clau Rivera. Clau, como dice en sus publicidades, sorprendió a los poblanos al intentar una imagen más fresca y juvenil; incluso, mucho se llegó a especular sobre si habría recurrido al bisturí o si al diseñador se “le pasó de Photoshop”. Algunos medios le llaman la chica Pantene.
En su video de arranque, afirma que, con su mandato, “se ha sentado las bases para la transformación en la ciudad”. “La transformación continúa”. Su primer acto de campaña lo realizó en San Pablo Xochimehuacán, al norte de la capital. A diferencia de sus contrincantes, Clau inició sola su campaña, sin la compañía de dirigentes o políticos de su partido.
Su planilla de regidores incluye a su séquito más cercano: la exsecretaria del Ayuntamiento, Liza Aceves López; el exsecretario de Administración del ayuntamiento, Leobardo Rodríguez Juárez; los regidores Joaquín Espidio Camarillo, Patricia Montaño Flores, Carmen María Palma Benítez, Ana Laura Martínez Escobar, Cinthya Juárez Román y Ángel Rivera Ortega; así como el síndico Gonzalo Castillo Pérez.
A Rivera le toca enfrentarse con Evelyn Hurtado Morales, de Nueva Alianza; Roberto El Capi Ruíz Esparza, del Partido Verde Ecologista de México; Eduardo Rivera Santamaría, de Fuerza Por México; Alfredo Victoria Moreno, del Partido Encuentro Solidario; Edgar Yamil Yitani Ortega, de Movimiento Ciudadano; América Soto López, de Redes Sociales Progresistas; pero, sin duda, su principal oponente es el exedil Eduardo Rivera Pérez, a quien cobijan los partidos Acción Nacional, del que es militante, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y los partidos estatales Compromiso por Puebla y Pacto Social de Integración.
A mitad de campaña, las encuestas no favorecen a Vivanco. En una encuesta del Buró de Estrategias y Análisis del Poder (BEAP), el 67.2 por ciento respondió de manera negativa a la pregunta “si hoy fueran las elecciones, ¿volvería a votar por Claudia Rivera Vivanco para que se reelija como Presidenta Municipal por Morena?”.
Según Massive Caller, la morenista apenas tiene el 28.7 por ciento de intención del voto, contra el 42.7 por ciento del panista Rivera Pérez. Otro sondeo, realizado por la empresa Encuestas GI en abril, dice que Eduardo Rivera supera con 24.5 puntos porcentuales a Vivanco, al contar con 39.7 de la intención de voto contra el 15.2 por ciento de la morenista.
Con anterioridad, de acuerdo con la empresa C&E Campaigns & Elections México, en un estudio de opinión realizado a finales de marzo, Eduardo Rivera Pérez tenía ya amplia ventaja sobre los contrincantes de Morena, siendo Claudia Rivera la menos competitiva, a quien el panista le sacaba una ventaja de 21 puntos.
Eduardo Rivera, puntero en las encuestas, tiene como eslogan “Corregir el rumbo”; y en su primera semana de campaña se ha dedicado a evidenciar a la alcaldesa de Puebla con licencia y lo que no ha hecho en su administración.
Las encuestas y evaluaciones nunca han sido el fuerte de Rivera Vivanco, quien siempre se ha colocado en los últimos lugares. En su última medición sobre el desempeño de las autoridades municipales del país, la encuestadora de Roy Campos, Consulta Mitofsky, ubicó a Claudia Rivera, en la posición 99 de 100 ediles medidos. Los resultados de la encuestadora reflejan que el 78.8 por ciento de los habitantes de la ciudad de Puebla desaprueban su gobierno.
Por otra parte, la encuesta Arias Consultores refleja que solo el 5.4 por ciento de los poblanos aprueba el desempeño de la morenista, lo que la coloca en el lugar 97 de 100 alcaldes evaluados; solo el 26 por ciento cree que Rivera Vivanco dice la verdad y solo el 20 por ciento de los poblanos se siente seguro con su gobierno.
El “desgobiernoˮ de Claudia Rivera
Pese a que Claudia Rivera prometió “transformar” a Puebla, los capitalinos no ven con buenos ojos el trabajo de la morenista. Tan solo en el primer año de su gobierno, el Ayuntamiento resultó reprobado en los rubros de bacheo, seguridad pública, pavimentación, obras públicas y desarrollo social, según la Encuesta Municipal 2019, estudio realizado en julio por el Centro de Estudios Consultivos. De un muestreo, mil 140 estuvieron inconformes con los servicios y solo 330 consideraron que el Ayuntamiento trabajó de manera óptima.
La tendencia se mantuvo: Claudia Rivera estuvo siempre al fondo de las encuestas a las que, incluso, llegó a descalificar, acusando a las encuestadoras de ser poco profesionales. Sin embargo, los datos hablan por sí mismos. Como muestra, el crecimiento de la inseguridad en Puebla. La reciente entrega de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), que organiza el Instituto de Estadística y Geografía (Inegi), muestra que de cada 10 habitantes en la capital poblana, ocho consideraron que vivir aquí es inseguro. Solo dos capitalinos se sienten seguros en esta ciudad. El año pasado, nueve de cada 10 poblanos se sentían inseguros.
Este sentir de los poblanos ha hecho que nueve de cada 10 le teman a ir a un cajero automático; nueve de cada 10 a viajar en transporte público; siete de cada 10 a usar las calles que usualmente transita; incluso, dos de cada 10 le temen a su propio hogar. Esta situación ha obligado a los capitalinos a vivir diferente, a no salir con cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito; a no confiar en que sus hijos menores salgan de casa, por el miedo a que les pase algo, pues la capital registró un repunte del 38 por ciento en la incidencia delictiva registrada durante enero de 2021 en comparación con el mismo mes, pero de 2020. Amenazas, robo, despojo, narcomenudeo, asaltos, violencia familiar, todo está a la orden del día.
Aunado a esto, datos de la Secretaría de Bienestar federal en su Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2021, indican que en Puebla capital hay 201 mil 865 poblanos con rezago educativo; 344 mil 678 con carencias en el ámbito de salud; 910 mil 261 no tienen seguridad social; hay 138 mil 188 personas sin servicios básicos y 423 mil 194 tienen carencias alimenticias. Según datos del Coneval, en la capital hay 11 mil 670 viviendas sin agua; cuatro mil 650, sin drenaje y dos mil sin energía eléctrica. En Puebla, un millón 483 mil 900 son pobres.
En cuanto al empleo, en el marco del 490 aniversario de su fundación, la ciudad de Puebla superó la cifra de 66 mil personas desocupadas y más de 440 mil trabajando en situación de informalidad laboral. La encuesta, con datos al cuarto trimestre de 2020, reveló que un total de tres mil 77 personas en la capital del estado dejaron o cerraron un negocio propio, cifra que se multiplicó con relación a los 885 poblanos que optaron por esta decisión en igual periodo de un año antes.
Y, en manejo de la pandemia, el Ayuntamiento que encabezaba Claudia Rivera tampoco pudo sobrellevarla de buena manera. Hasta marzo de este año, el municipio había rebasado los cinco mil muertos por Covid-19; la ahora candidata había prometido ayuda para los familiares de esas cinco mil personas para los servicios funerarios y otro tanto para quienes requirieran tanques de oxígeno, pero solo se quedó en promesas.
Acusaciones de corrupción y subejercicios en periodo de Rivera
El gobierno de Claudia Rivera fue puesto en la mira desde un inicio por su falta de resultados, sobre todo en el ámbito de infraestructura y servicios básicos. La gestión de la morenista registró, de 2018 a 2020, un subejercicio de mil 675.2 millones de pesos, es decir, recursos que pudo haber ejercido y no lo hizo con el pretexto de la “austeridad republicana de la 4T”.
En los años que estuvo al frente del Ayuntamiento, Claudia Rivera gastó solo 451 millones de pesos para obra pública; el 4.2 por ciento de los ingresos totales del municipio, que ascendieron a 10 mil 799 millones de pesos. En contraste, el gasto corriente fue, en total, de seis mil 510 millones de pesos: 14.4 veces lo que se ejerció en obra pública.
El 12 de mayo, el medio poblano Diario Cambio publicó una investigación que dejaba ver que había una estructura de “moches” y licitaciones amañadas en el Ayuntamiento capitalino, liderada supuestamente por Roberto Zataraín, pareja sentimental de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco y Ollín Rivera Moreno, que en la campaña de 2018 fue coordinador operativo y luego director de Relaciones Públicas.
El medio poblano denunció que “el círculo íntimo de Claudia Rivera Vivanco recibió de un consorcio de empresarios un aproximado de 10 millones de pesos tanto en aportaciones en efectivo, muebles de oficina para la casa de campaña y dos camionetas que se usaron para la transportación de la candidata a alcaldesa por la coalición Juntos Haremos Historia. El compromiso, como se estila en todas las campañas electorales, era devolver esa inversión de 10 millones de pesos mediante contratos de obra pública y adquisiciones una vez que se convirtieran en gobierno municipal”.
Tras estas declaraciones, Claudia Rivera se lavó las manos y dijo que “cada quien responda por sus actos, a mí no me dieron nada más que mi partido, eso es Morena, campañas austeras”.
De inmediato, los candidatos a diputados de la Alianza Va por México –en el nivel federal– y Va por Puebla –en el nivel local–, anunciaron que denunciarán a Vivanco ante la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (Fepade) y la Fiscalía General del Estado (FGE) para que se investigue si desde el Ayuntamiento de Puebla se pagaron dichos “moches”.
La candidata a diputada local por la alianza Va Por Puebla, Mónica Rodríguez Della Vecchia afirmó que la abanderada de Morena a la presidencia municipal, Claudia Rivera Vivanco debería renunciar a su candidatura luego de destaparse una presunta red de corrupción. “Lo que debería de pasar es que la candidata se separara de su cargo, de su candidatura y pudiera responder las preguntas correspondientes si es que se comprueba que hay una red de corrupción”.
Ésta no es la primera acusación ni aviso de denuncia contra Vivanco, pues el candidato Eduardo Rivera Pérez anunció que, en caso de tener pruebas suficientes, presentarán una denuncia contra Claudia Rivera Vivanco por uso de recursos públicos con fines electorales, esto luego de que se difundieron videos en los que aparecen vehículos oficiales del Ayuntamiento de Puebla durante una reunión proselitista en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla. Por la misma razón buscaría denunciarla el aún aspirante Gabriel Biestro.
Incluso el gobernador Miguel Barbosa se pronunció en ese sentido: “el uso de vehículos oficiales es un delito y le provoca a la candidata, en este caso la candidata, problemas legales. Yo llamo a que no se metan en problemas, que respeten la ley”.
Por su parte, la candidata de Morena aseguró que sus adversarios la atacan todos los días por su desempeño y porque va como puntero en las encuestas: “Mis adversarios no atacan en balde, no te comienzan a hacer marcaje personal y a mandarte uno o dos marcajes personales en la cancha si no es porque le temen al desempeño de esa jugadora”, apuntó.
Aunque los estudios demoscópicos favorecen con 14 puntos de ventaja a su contrincante del PAN, Eduardo Rivera Pérez, Clau aún cree que tiene posibilidades de ganar.