¡Otra vez! A Clau Rivera le llueve sobre mojado. A donde va, la siguen los reclamos, las críticas, los reproches…
¿Y ella? Dice -siguiendo el ejemplo de su líder- que es un ‘compló’. Que son gente de quien alguna vez llamó amigo. Que están en contubernio con su contrincante, Eduardo Rivera.
Que la gente está feliz ¡porque ella acabó con la deuda pública!
Claro, porque abatir la deuda pública era lo que la gente quería que hiciera.
No calles, no servicios públicos, no agua potable, drenajes, escuelas, canchas, alumbrados, electrificaciones. No. ¡Acabar con la deuda pública! ¡Esa era su misión!
Puebla no quería más empleo, más seguridad, más servicios médicos, apoyos para sobrevivir a la terrible pandemia, nada de eso. ¡La deuda pública!
Y, como en eso cumplió muy bien, se extraña de que en las colonias de la periferia le reclamen y la critiquen y la comparen.
Y les dice -o más bien les grita-: “Pues Eduardo Rivera privatizó el agua”. Como si de un infante haciendo una rabieta se tratara. Y vuelve a recordar ¡La deuda pública!