Una escuela secundaria de la capital afgana, Kabul, fue el objetivo de un atentado terrorista sin un autor claro todavía. Varias explosiones se cobraron la vida de decenas de personas: la agencia Reuters asegura que son más de 50 víctimas mortales, según una fuente del Ministerio del Interior; mientras que oficialmente la cifra de muertes es más baja.
Según fuentes de la agencia británica Reuters, que cita anónimamente a un oficial del Ministerio del Interior, las víctimas mortales alcanzan las 55 y hay más de 150 heridos. El vocero del Ministerio del Interior, Tariq Arian, aseguró en sus últimas declaraciones públicas que se habían evacuado al menos 30 muertos y 52 heridos del lugar de los hechos.
La mayoría de víctimas son chicas estudiantes entre los 11 y los 15 años, ya que la escuela, del barrio Dasht-e-Barchi, estaba en un turno solo para alumnas.
El presidente Ashraf Ghani culpó a los insurgentes talibanes sin ninguna prueba, a pesar de que este grupo ya había condenado el ataque y había negado cualquier responsabilidad. Incluso, el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, le dijo a los periodistas en un mensaje que solo el Estado Islámico podía ser responsable de un crimen tan atroz.
«El horrible ataque en Dasht-e-Barchi en Kabul es un despreciable acto de terrorismo. Atentar contra estudiantes en una escuela lo convierte en un ataque contra el futuro de Afganistán«, denunció la misión de la Unión Europea en Afganistán a través de Twitter.
Por su parte, una de las sobrevivientes explica que hubo varias detonaciones. «Estaba con mi compañera de clase. Estábamos saliendo de la escuela cuando de repente ocurrió una explosión. Mi compañera fue martirizada. Diez minutos después ocurrió otra explosión y en el espacio de un par de minutos hubo otra. Todos gritaban y había sangre por todas partes. Yo no podía ver nada con claridad«, dijo Zahra a la agencia AP.
Un barrio de Kabul azotado por la violencia
El barrio de Dasht-e-Barchi, en el oeste de la capital afgana, es una zona de la ciudad habitada principalmente por musulmanes chiíes. Precisamente por eso, es un blanco habitual de atentados del grupo Estado Islámico.
En octubre del año pasado, otro centro centro educativo del barrio dejó 24 muertos y 57 heridos, mientras que en mayo un atentado en una maternidad provocó la muerte de 16 personas.
Esta zona de Kabul es casa de la minoría chií hazara, considerada apóstata por el Estado Islámico. El grupo ya se había responsabilizado de uno de los ataques anteriores y todo esto hace pensar que dichos yihadistas puedan ser los responsables de los ataques, a pesar de que ningún grupo ha reivindicado el atentado.
La violencia en Afganistán y en su capital va en aumento desde hace unas semanas, especialmente después del 1 de mayo, la fecha límite que había acordado el Gobierno de Estados Unidos, entonces dirigido por Donald Trump, con los talibanes para la retirada de tropas extranjeras.
Sin embargo, el ahora presidente estadounidense Joe Biden decidió retrasar esa fecha hasta el 11 de septiembre, un anunció que ha reavivado las tensiones en la región.