Erika Nieto
Como si el 2021 no hubiera sido bastante rudo y estresante para los migrantes, cierra con la mala noticia de que el Senado norteamericano rechazó el plan c que tenían los demócratas y la Casa Blanca para implementar el programa de Protección a la Deportación que beneficiaría a 7 millones de migrantes sin documentos que viven en Estados Unidos desde hace por lo menos una década. Con esto se cayó completamente la esperanza de que los migrantes lograran un pedacito de Reforma Migratoria que les diera la certeza que tanto necesitan para no vivir en las sombras y con la incertidumbre de que un día de estos sean detenidos en una redada y deportados a su país de origen.
Todavía está en discusión otra iniciativa que busca proteger a los casi 800 mil jóvenes dreamers, ojalá la intención del presidente Joe Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris de protegerlos sea apoyada por los congresistas, pues la Casa Blanca enfrenta severos obstáculos en este tipo de iniciativas migratorias, incluso en su propio partido. El caso del legislador Demócrata Joe Manchin es uno de los más relevantes pues a pesar de que se comprometió en apoyar las intenciones del mandatario federal, ahora rechaza favorecer con su voto la propuesta Build Back Better, así que ya se verá como viene el 2022 con esta división partidista.
También nos vamos con la noticia del Sistema Estatal DIF de que se pondrá en marcha la Casa de Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes, misma que atendería a 40 menores no acompañados, mientras la autoridad federal realiza los trámites necesarios para que sean deportados a su comunidad de origen. Ya veremos el próximo año más de esta iniciativa del gobierno del estado y de su viabilidad, sobre todo ante el aumento preocupante de la cantidad de niñas, niños y adolescentes migrantes viajando completamente solos rumbo a Estados Unidos, recordemos que muchos de ellos buscan alcanzar a sus padres que migraron hace algunos años y los dejaron encargados con algún familiar.
Puebla es un paso obligado para las caravanas migrantes así que, desafortunadamente, en este fin de año y en el 2022 veremos mucho más del cruce de cientos de ciudadanos centroamericanos, sudamericanos y de otros continentes como África buscando llegar a Estados Unidos o estableciéndose en México como la última opción que tienen para mejorar su calidad de vida, esperemos que las autoridades mejoren sus procesos de atención migratoria mientras los ciudadanos avanzamos en una actitud más humanitaria.
No me queda más que desear a todos los lectores de esta columna una feliz navidad y un 2022 lleno de bendiciones, pero sobre todo lleno de mucha salud para seguir adelante, agradeciendo de corazón el favor de su lectura, de sus comentarios y por compartir este ejercicio periodístico. Un fuerte abrazo para todos y nos leemos en enero.
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