Antonio Escamilla
La diputada federal por Tehuacán del Partido del Trabajo (PT), Araceli Celestino Rosas, en rueda de prensa en la Cámara de Diputados, pidió la intervención urgente de la Secretaría de Gobernación y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana por medio de la Guardia Nacional para restaurar el orden constitucional y terminar con la inseguridad y el clima de violencia que genera en Coyomeapan, según la “legisladora”, Antorcha Campesina. Es decir, llama a resolver con violencia oficial, con la represión del Estado, el conflicto poselectoral que ella y su familia han creado. Esto como una respuesta a la movilización que realizaron ciudadanos de ese municipio contra el cacicazgo de la familia Celestino y por la liberación de cuatro de sus compañeros injustamente presos, recientemente frente a Palacio Nacional.
La diputada se hizo acompañar por algunos diputados de su partido y de cerca de 20 pobladores de Coyomeapan, algunos de los cuales, evidentemente aconsejados por la diputada, también hicieron uso de la tribuna para repetir la misma calumnia en contra de Antorcha Campesina.
Pues bien. El 23 de junio pasado, luego de que el cacicazgo de los Celestino, nos acusara de lo mismo que ahora, el dirigente municipal de Antorcha en Coyomeapan, Pedro Bravo, en un comunicado de prensa aclaró que: “…si bien, en ese movimiento de protesta (contra el cacicazgo de los Celestino), que surgió tras los resultados de los comicios del pasado 6 de junio, participan algunos vecinos identificados como antorchistas, lo hacen por iniciativa propia y en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión, pero no incitados por el Movimiento Antorchista”. También señaló que: «Desconocer que es la mayoría de la población quien participa en este movimiento poselectoral de Coyomeapan es hacer caso omiso a la justa demanda del pueblo».
Luego, el 23 de septiembre pasado, en un artículo difundido en el portal de contigopuebla.mx manifesté: “El movimiento de Coyomeapan contra el cacicazgo de la familia Celestino está plenamente justificado por el hartazgo social en que se encuentra el municipio, debido a la terrible miseria, desigualdad e inseguridad. Sin embargo, Antorcha no está al frente ni detrás de esa lucha; esa lucha es una unidad de ciudadanos que no ve colores ni partidos, es el pueblo levantándose con energía, aunque pacíficamente; movimiento por la justicia y la dignidad del pueblo que, en vez de encontrar comprensión en el gobierno, a nivel federal ha encontrado indiferencia y a nivel estatal brutal represión y alianza abierta y descarada con los caciques, lo que les ha causado 4 ciudadanos injustamente presos”.
El 13 de septiembre, en su acostumbrado artículo semanal, el ingeniero Juan Manuel Celis Aguirre, dirigente estatal en Puebla del Movimiento Antorchista, luego de denunciar el contubernio del gobernador, Miguel Barbosa Huerta, con el cacicazgo de los Celestino en Coyomeapan, sostuvo: “El Movimiento Antorchista no encabeza a los ciudadanos de Coyomeapan. Ellos son inteligentes y se han dado cuenta de cuál es el problema y se han unido para intentar romper esas cadenas. Nosotros, como organización social, si nos lo piden públicamente, ofreceremos todo nuestro apoyo y nuestra fuerza de masas para sacar del poder a los caciques de Coyomeapan”. Esta versión de los hechos le consta a numerosos medios de comunicación, a diferentes personalidades y organismos que se han tomado la molestia de visitar Coyomeapan y que nada tienen que ver con Antorcha.
Por lo tanto, responsabilizamos a Araceli Celestino, a su hermano David y a su esposo Rodolfo García (quien se encuentra “despachando” fuera de Coyomeapan), de cualquier violencia que se pueda generar a manos de cualquier órgano de represión oficial o a manos de particulares partidarios de ese cacicazgo, en contra de los antorchistas de Coyomeapan y en contra de todos los pobladores que valientemente sostienen la bandera de la lucha contra el cacicazgo y por la liberación de los presos políticos.