Por Leticia Montagner
Los intercambios de obsequios entre líderes estadounidenses y extranjeros, es un proceso muy regulado y para variar, se convirtieron en un desastre durante el mandato de Donald Trump.
La familia real saudita llenó de regalos a Trump y a su comitiva durante el primer viaje que hizo al extranjero después de asumir la Presidencia. Entre esos obsequios había tres batas de piel de guepardo y tigre blanco, así como una daga cuya empuñadura, al parecer, era de marfil.
Un abogado de la Casa Blanca determinó que aceptar las pieles y la daga podría representar una contravención a la Ley de Especies en Peligro de Extinción. De cualquier manera, los colaboradores de Trump las conservaron y ni siquiera declararon haberlas recibido de un gobierno extranjero.
El último día de la presidencia de Trump, la Casa Blanca entregó estos artículos a la Administración General de Servicios de Estados Unidos y no al Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, que incautó dichos regalos este verano.
Entonces sobrevino una gran sorpresa. Las pieles, obsequio de una familia que controla grandes reservas de petróleo y vale miles de millones de dólares, eran falsas. Las autoridades de la embajada saudita en Washington se negaron a hacer comentarios, según reportó el diario The New York Times.
Lo sucedido con las pieles es tan solo un ejemplo de los muchos intercambios de regalos entre Estados Unidos y dirigentes extranjeros, ya que es un proceso regido por normas estrictas diseñadas para proteger al gobierno de cualquier sospecha de conducta indebida, que dieron lugar a situaciones desastrosas e irrisorias, durante el gobierno de Trump.
El Inspector General del Departamento de Estado investiga acusaciones en contra de algunos representantes políticos designados por Trump que al parecer sustrajeron bolsas de regalos valorados en miles de dólares.
Los obsequios iban a ser entregados a las autoridades extranjeras durante la cumbre del G7 que se celebraría en Camp David, Maryland, en 2020, pero se canceló por la pandemia de coronavirus. Las bolsas de obsequios contenían decenas de artículos adquiridos con fondos gubernamentales como portafolios de piel, charolas de peltre y cajitas de mármol para bisutería adornadas con el emblema presidencial o con las firmas de Trump y su esposa, Melania.
El Inspector General intenta localizar una botella de whisky japonés valorada en 5 mil 800 dólares enviada al Secretario de Estado, Mike Pompeo y una moneda de oro de 22 quilates obsequiada a otro funcionario del Departamento de Estado.
El gobierno nunca informó que Jared Kushner, yerno de Trump y asesor, recibió dos espadas y una daga de los sauditas, aunque pagó 47 mil 920 dólares por ellas y otros tres regalos en febrero, después de haber dejado el cargo.
Algunos expertos en ética señalan que estos conflictos son reflejo de algunos problemas generalizados durante ese mandato.
Independientemente de que haya sido por indiferencia, descuido o algo salido de la película asalto y robo de un tren, lo que demuestra es una actitud despreocupada hacia la ley y los procedimientos normales del gobierno, explicó Stanley Brand, abogado especializado en procedimientos de lo penal y experto en ética.
A los padres fundadores de EU, les preocupaba mucho que la nobleza europea llegara a influir en algunos funcionarios estadounidenses con regalos lujosos, por eso incluyeron en la Constitución una cláusula que estipula que es ilícito para cualquier funcionario público aceptar regalos valiosos por parte de extranjeros.
En 1966, el Congreso aprobó una ley que describe el procedimiento para que un funcionario estadounidense pueda conservar regalos de valor no muy considerable, hasta un tope que en la actualidad es de 415 dólares. En modificaciones posteriores se estableció que este tipo de obsequios son propiedad del gobierno y se creó un proceso estandarizado en el que quedó definido el tratamiento que debían darles los funcionarios.
El gobierno debe informar cada año qué obsequios han recibido los funcionarios estadounidenses de extranjeros,además de especificar la cantidad en que se valuaron. Aunque la legislación no prevé sanciones en el ámbito de lo penal, algunos expertos en cuestiones legales coincidieron en que, si se descubre que alguna persona ha extraído un objeto que es propiedad del gobierno, podría ser acusada de robo.
Es un pequeño ejemplo del desastre que fue el gobierno de Donald Trump.
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