Por Leticia Montagner
Existe otra pandemia de muertes a la que no se le ha dado importancia, quizá por el número de fallecidos, pero que es realmente importante detener.
Se trata de las muertes de personas de ambos sexos, principalmente jóvenes que han perecido en su intento de tomar con su teléfono celular las selfies que los hagan quedar como valientes e intrépidos durante la toma o realización de una foto personal.
En el periodo 2008 a 2021, han registrado 379 muertos, cuyas causas son 216 por caídas desde las alturas, 123 por vehículos, 66 por ahogamiento, 24 por armas de fuego, 24 por electricidad, 17 a causa de animales y 2 suicidios.
Por país, el número mayor incidentes corresponde a India con 100, 39 en Estados Unidos, 33 en Rusia, 21 en Pakistán, 17 en Brasil, 15 en Australia, 15 en España, 12 en Indonesia, 10 en México, 7 en Bolivia, 7 Reino Unido.
De acuerdo al diario El País y la revista Journal of Travel Medicine, un estudio recogió las cifras y causas de las muertes por tomar una foto personal o selfie.
Hay que evitar tomar fotos de lugares espectaculares y arriesgados, según la Fundación iO, especializada en Medicina Tropical y del Viajero, que reveló que entre enero de 2008 y julio de 2021, han muerto en el mundo al menos 379 personas, un promedio de cada 13 días, por este motivo.
Los lugares donde se han registrado el mayor número de decesos son las cataratas del Niágara, en la frontera de EU y Canadá; el Glen Canyon de EU; el Charco del Burro en Colombia; la playa de Penha de Brasil; la catarata de Mlango ubicada en Kenya; los Montes Urales en Rusia; el Taj Mahal y el Valle de Doodhpathri en la India; la isla Nusa Lembongan de Indonesia y el archipiélago de Langkawi en Malasia.
Las cifras, según los expertos son preocupantes. El estudio solo recoge la parte más visible del problema debido a sus limitaciones. Los datos han sido recopilados mediante una herramienta de inteligencia epidemiológica llamada Heimdllr-Project, que rastrea todas las informaciones publicadas sobre estos sucesos, ya sea noticias o comunicados, en los seis idiomas más utilizados en el mundo, como son inglés, español, francés, alemán, portugués e italiano.
Esta medición deja fuera los casos que no llegan a los medios y aquellas noticias que solo han sido publicadas en otras lenguas. El trabajo tampoco incluye el gran número de accidentes graves pero no letales que se producen.
Por edades, los accidentes mortales son más frecuentes entre adolescentes de hasta 19 años. La media de los fallecidos es de 24.4 años y la proporción entre hombres y mujeres es de tres a dos.
La idea de hacer el estudio surgió al ver el impacto que tenían las noticias sobre estas muertes y la escasa percepción del problema en la literatura científica y las recomendaciones hechas desde la medicina de viaje, explicó Manuel Linares Rufo, Presidente de la Fundación iO.
Liliana Arroyo, Doctora en Sociología y autora del libro Tú no Eres tu Selfie: 9 Secretos Digitales que Todo el Mundo Vive y Nadie Cuenta, destaca que estas fotografías, como las redes sociales, se han convertido en una forma de relación y comunicación social más.
Para comprender cómo esta forma inocua de relación puede llevar a comportamientos de riesgo, Arroyo apuntó los siguientes factores: Las redes sociales premian los contenidos más extremos, porque funcionan con dinámicas para captar más atención. El premio de hacerse un selfie muy arriesgada es la valoración social y eso da una sensación de adrenalina con cada like que recibe. Esto lleva a algunas personas que necesitan más esta validación social a adentrarse en nuevas vías en busca de límites y nuevas recompensas.
El Psiquiatra Enrique García Bernardo englobó el incremento de las muertes por selfies en un fenómeno global en el que las redes han tenido un papel importante. Estas imágenes se han convertido en una forma rápida de obtener un reconocimiento inmediato, fácil y superficial. Lo que más cotiza son los seguidores y likes y no el logro a través de lo más elaborado.
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