Más de tres meses pasaron desde aquella tarde en que el pánico cundió en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), cuando fue tomada por autoridades policiacas. Mucho ha pasada, vimos órdenes aprehensión, amparos, nuevos recotres, nuevos patronatos y parece que el pleito no tiene fin.
Justo este miércoles, el Juez 24 Civil de la Ciudad de México, el mismo que facilitó la toma en el campus de la UDLAP, acató la suspensión de amparo que obliga a liberar la institución y levantar el aseguramiento de las cuentas bancarias que fueron intervenidas.
La resolución favorece a la Fundación Mary Street Jenkins y a la Fundación de la UDLAP, que dirige la familia Jenkins de Landa y, entre otras cosas, deja sin efecto las medidas cautelares que propiciaron la ilegal incursión con policías estatales en la Universidad. Es decir, el patronato vuelve a manos de Margarita Jenkins de Landa.
Además, se levantó el aseguramiento de cuentas bancarias que fueron intervenidas y se ordenó que el campus universitario sea materialmente devuelto de manera inmediata.
En un comunicado, la Fundación Mary Street Jenkins celebró que “esta ejecución judicial confirma que la razón, el derecho y la justicia asisten a la Fundación Mary Street Jenkins en un clima inadmisible de persecución que está siendo enfrentado con éxito ante el Poder Judicial de la Federación”.
La Fundación afirma también que “los daños sociales y económicos irreversibles en la Universidad de las Américas Puebla son responsabilidad del Gobierno de Miguel Barbosa Huerta y de quienes, en alianza con él, por la fuerza intentaron apropiarse de patrimonio privado”.
Pero, ya habíamos escuchado muchas veces que el campus sería devuelto, que todo terminaría, pero siguió. Por el bien de los alumnos de la UDLAP, esperamos que esta vez sí sea la definitiva.