Ante la pandemia del Covid- 19, la reactivación económica ha sido unas de las principales agendas mundiales ya que tuvo efectos negativos en numerosos sectores productivos.
En México, la industria, la manufactura, el turismo y numerosas actividades productivas se vieron abrumadas económicamente; sin embargo, desde febrero y hasta julio del 2021, se había manifestado un incremento en la tasa de ocupación y empleo.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), en agosto y septiembre se manifestó una baja en esta métrica, lo cual podría representar un problema de largo aliento que repercutirá negativamente en millones de mexicanas y mexicanos.
Las Encuestas Nacionales de Ocupación de Empleo dieron a conocer que la cantidad de trabajadores en México ha bajado, pues expuso los siguientes resultados, en julio se alcanzó un máximo anual de población ocupada con 56.4 millones de personas; sin embargo, en agosto y septiembre se registraron cantidades menores con 55.7 millones y 55.1 millones, respectivamente.
La caída mensual fue generalizada tanto por género como por condiciones de trabajo: el empleo en hombres cayó en 164 mil puestos y el de mujeres lo hizo en 381 mil , mientras la población ocupada informal se redujo en 405 mil personas respecto a agosto, y la formal en 139 mil personas.
Esto quiere decir que la pérdida de empleos debe de ser tratada con perspectiva de género y social, pues los números revelan que tanto las condiciones sexogenéricas como de estrato social fueron fundamentales para determinar la incidencia y la afectación.
Por otro lado el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), dio a conocer que la población desocupada también disminuyó mensualmente en 109,604 personas, por lo que la Población Económicamente Activa (PEA), que contempla a personas que trabajan o buscan trabajo de manera activa, se redujo en 653,954 personas entre agosto y septiembre de 2021.
El reporte también indica que un gran porcentaje de la población que se integró a la PEA fue de manera informal, ya que se estima que, tras la gran caída laboral de marzo y abril del 2020, cerca de 10.5 millones de mexicanas y mexicanos optaron por los empleos sin registro al instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ante estos datos, solo el 13% tenía disponibilidad pero carecía de motivación para buscar empleo, 10% tenía empleo pero con menores horas de las deseadas y 4% estuvo en búsqueda de empleo pero no lo encontró. En total, 27% de las personas de 15 años y más con potencial para trabajar tuvieron empleo insuficiente, pese a la reincorporación gradual de personas a la población económicamente activa y el incremento de las horas trabajadas; esta brecha es superior en siete puntos porcentuales a la observada en marzo de 2020.